La tumba de Sartré en el cementerio de Montparnasse tiene menos flores y poemas que la de un cantautor o actor de cine francés. Me sorprendió lo racional de su arquitectura, sin ningún elemento evocador que lo definiera. No sé si la gente ha dejado de leer su obra y se ha olvidado, o sencillamente, ha dejado de levantar pasiones.
Hoy que la crisis ha llevado a tantas personas al límite existencial de sus vidas, leer a Sartré es encontrar un camino horizontal a su existencia. Hay que asumir que muchas crisis han sido provocadas por uno mismo, él escribió:
El hombre es libertad: un hombre puede seguir señales, pero en ese caso es él