Buscando un cuerpo que no sea el suyo, la artista plástica cubanoamericana, más conocida por sus performances, Ana Mendieta, se deforma a sí misma (Glass on Body 1972) para encontrar texturas más allá de la sexualidad que pueda representar. En los años setenta, los de esta foto, no existía la tecnología con que hoy contamos, pero ella era capaz de llegar al mismo lugar con la creatividad de sus performaces. La abundancia de su monte de venus, es ya un detalle que define una época, aunque la forma de aplastarse la barriga puede ser una alegoría a la esclavitud de las dietas. Murió con 36 años al saltar por la ventana de su apartamento en un edificio de 34 plantas en Greenwich Village, Nueva York, (en 1985) después de discutir con su marido, aún se especula sobre su muerte...
La foto anterior y la siguiente, son fotos de artistas suicidas de los años ochenta, que quisieron cambiar la forma de mirar su cuerpo o el de sus modelos a través de auto-fotos, hoy tan populares gracias al móvil y su difusión en Internet. Si arriba se muestra un monte de venus copioso similar al Origen del Mundo de Courbert, debajo la artista, Francesca Woodman, que se suicidó con solo 22 años, en Manhattan, 1981, o sea, cinco años antes