La actuación del actor Daniel Giménez Cachó, que encarna Andrés, es buena; pero la de la actriz mejicana, -hasta hoy desconocida para mi- Ana Claudia Talacón es más que sobresaliente y recuerda la mejor época de oro del cine mejicano. Donde cada escena tiene un apoyo musical como banda sonora impecable. Yo diría que cada palabra.
Sus boleros y su música, empezando por la propia canción Arráncame la vida, es superior. Las vistas de esta ciudad mejicana son adorables. Me quedé fascinado con Puebla y no dudaré de que en mi viaje a México incluiré Puebla en mi ruta sin ninguna duda.
La peli se desarrolla desde los años treinta del siglo pasado, allí Catalina que será la futura mujer del general, es conquistada por este con sólo 15 años, con él cual se fascina entre otras cosas porque la lleva a ver el mar.
Ella a pesar de hacer el amor con él no siente. Y va justo a una tiradora de cartas semi bruja que en vez de decirle como le irá en su vida, le enseña a sentir, o sea, a masturbarse con ese botón que está junto al pubis. La evolución en el carácter de esta adolescente y cómo comienza a enfrentar su roll dentro de una sociedad groseramente machista, es algo a tener muy en cuenta por lo bien logrado de su papel. Su transformación de una sumisión adsuluta con miedo a una liberación de su personalidad bajo la dictadura doméstica de su marido es realmente notable. Sirve para todos y todas que viven en el miedo de vida doméstica y en la sociedad.
No que contado toda la película, sólo su esencia. El film es más y mejor de lo que cuanto aquí, esto sólo es mi entusiasmo después de verla intentando que alguien si quiere pasar un buen rato de cine, y tener una idea cercana a cómo es el poder en gran parte de América, tiene aquí un bien ejemplo. Aprender política con infidelidades y boleros es una experiencia muy a tener en cuenta.
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