de cuyo reino proviene el gentilicio "judío."
Antes de viajar a Praga, hace un año, me leí este libro de Umberto Eco, "El cementerio De Praga," y de verdad me llamó mucho la atención la descripción que hace de los judíos. Es muy literaria y dentro del contexto del libro es fantástica.
Hoy que Israel, en realidad sus gobernantes, están en el ojo del Huracán político por estar masacrando a la población civil de palestina, sobretodo a niñ@s, no está demás traer desde la literatura un acercamiento a la personalidad de algunos judíos con poder realmente macabros que de verdad se merecen una descripción como esta, tened en cuenta que también sirve par a muchos radicales palestinos todos sabemos que pasa, aunque la prensa manipule en las dos direcciones:
“El abuelo me describía esos ojos que te espían, tan falsos que te sobrecogen, esas sonrisas escurridizas, esos labios de hiena levantados sobre los dientes, esas miradas pesadas, infectas, embrutecidas, esos pliegues entre nariz y labios siempre inquietos, excavados por el odio, esa nariz suya cual monstruoso pico de pájaro austral… Y el ojo, ah, el ojo… gira febril en la pupila color de pan tostado y revela enfermedades del hígado, putrefacto por las secreciones producidas por un odio de dieciocho siglos, se pliega en mil pequeños surcos que se acentúan con la edad, y ya a los veinte años, al judío se lo ve arrugado como a un viejo. Cuando sonríe, los párpados hinchados se le entrecierran de tal manera que apenas dejan pasar una línea imperceptible, señal de astucia, dicen algunos, de lujuria, precisaba el abuelo… Y cuando yo estaba ya bastante crecido para entender, me recordaba que el judío, además de vanidoso como un español, ignorante como un croata, ávido como un levantino, ingrato como un maltés, insolente como un gitano, sucio como un inglés, untuoso como un calmuco, imperioso como un prusiano y maldiciente como” “depende de la circuncisión que lo vuelve más eréctil, con esa desproporción monstruosa entre el enanismo de su complexión y la dimensión cavernosa de esa excrecencia semimutilada que tiene.”
Pasaje de: Eco, Umberto. “El cementerio de Praga.” Random House Mondadori, S.A., 2010. Protegido por copyright.
