miércoles, 20 de agosto de 2014

Anécdotas diabólicas y la censura musical en Cuba por Alex Fong....

Anécdotas diabólicas de Cuba y la censura musical socialista por Alex Fong.... Lo copié de un comentario suyo a un texto de Selene Perdomo Chacón....
Pero caballero, ¿qué les voy a contar a ustedes? ah si, les voy a contar una anécdota muy real, de un músico trompetista, que por estar escuchando ((En Cuba Socialista))  a Miles Davis, lo acusaron de diversionismo ideológico , le hicieron llamar a sus padres por estar escuchando una música que es universal, cuando el estímulo de un músico, muchos conocimientos viene de lo que escuchas. Llamaron a sus padres para expulsarlo de la escuela, pero bueno, esos fueron tiempos pasados.
Hay tantas anécdotas que contar de músicos que podría hacer un documental y no se acabaría nunca.
Les voy a contar otra, a un excelente y reconocido guitarrista clásico, que tuve la oportunidad de compartir escenario tocando juntos, lo mandaron a "cortar caña" entre comillas "voluntariamente," para estropear sus manos. Como decía antes, esas empresas las dirijen analfabetos del arte, no tienen ni puta idea, ¿cómo tú vas a enviar a un guitarrista clásico, que su arte depende de sus manos a cortar caña a la zafra? y ¿por qué?
Bueno, son cosas de nuestro sistema diabólico, el cubano, sobrevive porque tiene mucho humor, no me imagino ese mismo sistema, en un país con varios grados bajos cero, menos mal que tenemos un buen clima. Pienso que los músicos cubanos, deben exigir que se valore sus arte, porque lo que vale, vale. Sólo digo que a veces las circunstancias de cada cual no la sabemos, pero sino te das a respetar tú mismo como artista, te valorarán por lo que aportes, y aquí hay muchos carroñeros que se piensan, que como el que viene de allá, viene con necesidades, quieren coger mango bajito, yo soy internacionalista, estoy en el sistema que me de la gana,  y pertenezco a cualquier patria, y lo que no me convenga lo mando bien lejos, yo no me dejo manipular por nadie, elijo lo que me de la gana, la música es un campo sin fronteras, es el idioma universal, entra en la comunicación de los sentidos y el gusto, la creatividad, la intuición y está hecha para el disfrute, no tiene límites en el espacio.

Diogo Assen canta a Roberto Carlos en Pipiolo Bar. Brasil en Barcelona.


    Diogo cantando. 

Bueno cuando estas triste y te invitan a un concierto homenaje a Roberto Carlos sabes que vas a recordar desamores, sabes que puedes hundirte con sabor a Titanic, pero también sabes que has vivido como para poder morir. Estar vivo de forma creativa lleva implícito la licencia para sufrir...
Me gusta la música y las letras de Roberto Carlos porque quizás hace más de treinta años, nuestro universo social era aún más machista de lo que es hoy, él fue capaz -en esa época- de escribir o cantar letras como estas:
"por qué me arrastro a tus pies, por qué me doy tanto en Tí, y por qué no pido nunca, nada a cambio para mi. " 


Reconocerle a una mujer que la amas al punto de arrastrase a sus pies, es aún hoy un acto que merece un aplauso, muy pocos lo hacen, y muchas mujeres no saben que hacer cuando un hombre les dice algo así. Primero, no te creen; segundo, lo ven como una estrategia, y tercero, han pasado más de treinta años, pero la cultura universal sigue viendo al hombre como una muralla que no debe rendirse, mucho menos arrodillarse y aún peor "arrastrarse." Por suerte, yo nací serpiente.
Con un guitarrista y un saxo tenor, Diogo, nacido en Brasil como los músicos de jazz que lo acompañan, nos dio una vuelta en portugués y castellano por las mejores canciones del compositor y cantante brasileño Roberto "Grande" Carlos . El público del Pipiolo Bar, en carrer Balmes, donde ofreció su homenaje, se sabían todas las canciones o la comenzaban a tararear no más escucharlas.
No sé si el saxofonista Stan Getz tocó con Roberto Carlos, pero Diogo se acerca al formato de Stan Getz y su manera de tocar cool jazz con samba. Una elección inteligente para proyectar  la obra de este cantante con un formato instrumental de guitarra, saxo tenor, y voz y arreglos muy bien equilibrados para cada canción que no perdieron la esencia del original aunque trayéndolas sutilmente al verano del siglo XXI.
Roberto Carlos no fue un músico que elegí yo. Lo eligió una época de mi infancia donde como conté en otro post, acompañaba "por obligación matrialcal" a mis hermanas a sus fiestas adolescentes, para que no fueran solas a pesar de ser más pequeño. En Cuba le decían a estos acompañantes, chaperones, en España, "aguanta velas."
Prejuicios de la época que me consolidaron una melomanía especial  y me sacaron de la gustosa cubanía del Pello del Afrocán y la Nueva Trova que imperaba en el ambiente.
De verdad se me hace raro estar escuchando a Roberto Carlos en castellano tan parecido a Roberto Carlos. A Diogo  se le hace raro escucharse así mismo cantar en castellano canciones de su país que escuchó de pequeño en portugués. Claro, Roberto Carlos  fue unos de los responsables de que estos temas lo escucháramos en castellano, pues él mismo los grabó en ambas lenguas con impacto descomunal en toda América y Europa.
Es la segunda vez que aterrizo en el Pipiolo Bar, la otra vez fue con el Boris Larramendi, y el público es de un refinamiento musical espléndido.