viernes, 6 de febrero de 2015

Celina González ha muerto con 87 años en Cuba, Colombia también llora.

El miércoles mientras me preguntaba en Madrid ¿por qué los copos de nieve cuando caen bajan como bailando en el aire?, en La Habana moría Celina González   87 años, la cantante cubana " y quizás uno de los emblemas más notables de la música campesina en Cuba. Había nacido en 1928"
Tuve la suerte de que me encargarán en 1999 cuando trabajaba en el Centro de Promoción Musical Antonio Maria Romeu,  calle Galiano, 468, en Centro Habana, de escribir y preparar un homenaje a Celina por el 50 aniversario de su vida artística.  Donde señalé la importancia de su popularidad tanto en Cuba como en Colombia país donde fue casi su segunda casa. Ella acababa de grabar un disco con su hijo Lázaro Rautilio que se llamaba "50 años como una reina," que en el año 2001 estuvo nominado a un Grammy.
Hoy no encuentro en Barcelona el texto que escribí en esa ocasión, en cambio, recuerdo dos cosas: el impacto que tuve al descubrir que ella y yo habíamos nacido el 16 de Marzo, y segundo, el beso cariñoso  que me dio cuando le leí el texto que le había escrito y le entregué  las flores.
Descansa en paz... Celina. Cuba y Colombia no te olvidarán nunca.

Celina González. Reina de la música campesina en Cuba.



Máquina esparciendo sal. Reza la advertencia en la autopista . Madrid -Zaragoza - Barcelona ..

En la carrera de Madrid hacia Zaragoza - Barcelona por dónde voy, la advertencia:  "¡maquina esparciendo sal!" no es una metáfora que describe el hecho  de  traer el mar a la autopista a través de toneladas de sal por cientos de kilómetros nevados de la meseta. Sino, es sinónimo de que hay peligro de formación de placas de hielo, un peligro evidente. ...

 "Al echar sal en las carreteras con nieve, baja el punto de congelación, haciendo que se derrita la nieve. El  hielo se forma cuando el agua alcanza 0 °C, pero el agua con 10% de sal se congela solo a -6 °Si la temperatura del ambiente se encuentra por debajo de los -8 °C, es posible que no se derrita..."

Más de la mitad del retorno a Barcelona unos 617 kilómetros,  estuvo cubierto de nieve a ambos lados. Un paisaje hecho para la memoria. Un peligro necesario para otra fundación de la belleza. 
Mis amigos en Canadá desde diciembre me envían imágenes como ésta y de alguna forma me han condicionado para vivir esta sobre abundancia de la naturaleza. Gracias a vosotros.
José Emilio Pacheco ya había escrito:
"La nieve no quiere decir nada: Es sólo una pregunta que  deja caer millones de signos de interrogación sobre el  mundo"