Ana Häsler no sabe que me gustaba tanto los cuentos de Virgilio Piñera y él como escritor, que cuando leí que la única música clásica que escuchaba y conservaba en casa de 23 y 26 en el Vedado, era Chopin. Yo corrí a escucharlo y me encantó.
Claro, creyendo que me saldría su genialidad al escribir. No ocurrió así, pero me quedó Chopin.
A quién recuperé al visitar su tumba en París y la casa donde vivió y murió en esa ciudad en Plaza Vendome a los 39 años.
Creo que fue Chopin mi primer acercamiento a la música clásica saliendo de la adolescencia. Hoy el pianista clásico de que más tengo CD's de su obra. Además de leerme varias biografías.
A quién recuperé al visitar su tumba en París y la casa donde vivió y murió en esa ciudad en Plaza Vendome a los 39 años.
Creo que fue Chopin mi primer acercamiento a la música clásica saliendo de la adolescencia. Hoy el pianista clásico de que más tengo CD's de su obra. Además de leerme varias biografías.
Esta canción se la escribió Chopin a la mezzo soprano y compositora Pauline Viardot García, francesa de padres españoles, contemporánea de él y muy amiga, a quien George Sand convirtió en personaje de una novela.
Este finde pasado, fue el cumple de Ana Häsler, otra mezzo soprano maravillosa pero de este siglo, cuya cercanía maravillosa no sólo ilumina el sonido de mi entorno interno y externo, y quería sorprenderla con esta pieza, y post de confesiones de formación adolescentaría personal que no le he contado en privado. Quería colgarla en mi blog y redes. No lo hice el día de su cumple. Lo hago ahora. Otras felicidades....
Ana Häsler mezzo soprano.