martes, 8 de diciembre de 2015

¿Te enamoras de la edad?¿Tanto valor tiene el tiempo?¿Te enamoras delfin?

El filme París de Cédric Klapisch tiene una historia entre la principal y otras que me sirve para hablar o reflexionar sobre enamorarse con diferencia de edad.

SINOPSIS

"Un hombre enfermo de menos 40 años,  nacido y criado en París, que ve que la muerte se acerca por enfermedad terminal, empieza a considerar y a valorar de manera distinta la vida de los que lo rodean: unos verduleros, una panadera mulata de padres africanos, una asistente social (hermana), un bailarín, un arquitecto, un sin-techo, "un profesor de universidad," una modelo, un inmigrante ilegal de Camerún. Todos ellos tienen problemas que pueden parecer insignificantes, pero que para ellos son los problemas más importantes del mundo."

De todas estas historias. La del profesor enamorado de su alumna me tocó.  Profesor de Historia de París, en la Universidad, interpretado por Fáfrice Lichimi,  que  se enamora de una alumna, un tópico, me resultó cercana en mi piel. Por la diferencia de edad entre ellos. Por la contemporaneidad de los hechos. Por las relaciones cruzadas y la intimidad de ambos con la vida social de Europa. Por la Diagonal que hace con mi vida y con la vida de dos amigos muy cercanos en edades y amores similares. Los tres escritores que  publicamos  desde que tenemos uso y razón. Un tema de conversación recurrente propia de nuestra edad que asumimos con tranquilidad y desasosiego en dosis amables y letales según se vea. 
Ella (la alumna) sin él notarlo, le cambia la vida y le renueva la misma en los puntos del cuerpo donde la historia de sus más de 50 años cumplidos, se habían perdido.

 Desde el principio; ambos saben que el final está marcado, pero juegan a no saberlo y ella finge que el mundo de su experiencia, es su mundo; y el rejuvenece en su edad con la piel de ella, que le recuerda las pieles que han pasado por su vida.
 "Z. Bauman explica cómo en las sociedades del capitalismo avanzado, aparecen algunas tendencias que afectan a cómo se entienden las relaciones personales. La tendencia al individualismo, hace ver las relaciones fuertes como un peligro para los valores de autonomía personal. " Yo firmó esto tanto en él como en ella. El peligro de ser autónomo conduce a esto. ¿Es lo correcto o nos equivocamos?¿ Asumimos la independencia del otro para no implicarnos a fondo, o creemos de verdad en ella? Tengo dudas siempre que se respeta una frontera terapia.

Ella piensa tener un poder sobre él y hace click al final de la relación, mostrándole su mundo al profesor en un bar donde se cita con sus amigos. Ella lo llama al móvil desde la acera donde él le espera;  y le dice sin hablar aquí no entras.  Él acepta y se va. ¿Para él es cómodo cortar, implicarse a fondo llevaría a un suicio personal al intentar insertarse en el  mundo de ella 30 años más joven? ¿O corta porque asume que el juego terminó y ya se demostró a sí mismo que podía tener una piel a la altura de sus deseos que inflamara su ego personal?
Para el espectador la forma cabizbaja en que desaparece el perdonaje es una forma de morir. Esa imagen marcada por los prejuicios del guionista y el director (que aún no han pasado por esa experienciane de ese tipo, y sí la han tenido ha sido fallida desde su ángulo) no saben que ella ha activado en el profesor; una vida interior que quizás él creía dormida y apagada. Él historiador, tiene más vida en ese instante de la que tuvo antes de conocerla y esa experiencia le hace saber  que está en la vida para algo más que unas clases y su amor infinito por París.
Ella, en cambio, con su mundo tendrá una piel igual a la suya sobre las sábanas y años para descubrir la vida que dejó en esa que ya conoce el profesor... ¿podrá ella, a la edad de su profesor  renovarse? Es posible y se lo deseo, pero lo que en ella es futuro incierto. En el profe es dicha.

"Hay algo que no se debe obviar en esta sociedad en transformación: la progresiva alteración del concepto del tiempo. Existe prejuicio en tanto que existe un modelo imperante en el que las relaciones son para toda la vida. Al ser así, se impone un criterio de simetría en las edades de los cónyuges. Si, por el contrario, se rompen las fronteras del tiempo, el amor, la relación, como todo, simplemente es ahora y aquí, es autenticidad y compromiso, es amor que ama sin contar el tiempo. Entonces puede suceder que las relaciones no tengan edad, ni fecha en el calendario.Disfruta el sentimiento y no te aferres al objeto" 


La despedida: Si el perdón no alcanza estamos solos.



Sales de la adolescencia y te encuentras con "el arte de amar." Nadie te dice, qué es,  y si tiene 'terminus.'
Luego creces, maduras, andas. Públicas y te enredas a bólido en besos/antes y después de las caricias. Descubres otros labios... ¿qué labios: los verdes o aquellos azul Klein?
Te casas. Te devuelves. Te separas. Te dueles. Haces duelo. Pasas horas sin dormir recuperando tu alma en el horizonte... 
Te caes. Lloras e imploras y descubres: "el amor después del amor."

Si el perdón no te alcanza. Estas sólo y acostado como un "Cero Sólo." Eres bolero, tanguedia rozando el blues, cayendo perdido en un bossa nova,  que te cansaste de escuchar con ella: "Me deixas louca." Justo en el momento en que la cantante dice:  " E quando sinto que teus braços se cruzaram em minhas costas/ Desaparecem as palavras.... 
Es portugués y en esa lengua (que besas y escuchas) Espalda es "Costas." ...y tú sientes que abrazas sus costas,  y yo soy  el mar de su isla,  húmedo, condenado a perder tras el exilio...¿y quién te salva?
Sabiendo que es falso. Sólo me  salva o consuela ese verso de Borges: 
"Nuestras son las mujeres que perdimos."


Foto. Madoz 

¿Son tus manoletinas "frágiles," dónde apoyas la vida?



Has llegado tarde. Te has quitado los zapatos con las piernas cruzadas, pues están invertidas. No sé si estás desnuda. O te has quitado la ropa interior, el cajón aún no lo has cerrado, espera... 
Vives en una ciudad donde el invierno tiene su propio ADN, el suelo de madera hace evidente mi afirmación. 
Has salido con alguien, pero ahora has llegado sola, pues subirte encima del borde de la cama para hacer esta foto estando con alguien, no lo haría sentirse cómodo, o quizás, tiene mucha conciencia de tú creatividad y entiende que si no haces esto, tú noche,  no será la noche de dos envueltos en la noche de sus cuerpos.
Festivas manoletinas negras que arman un cuerpo invisible de mujer, que prefiere que imaginen su olor,  más que adviertan alguna cicatriz sobre su desnudez.
No quiere decir que  no estés segura.  Sólo que la foto la hiciste antes de quitarte ese sujetador que no vemos en el cajón semiabierto.