San Remo. Italy. Verano 2016.
Resulta que mi ícono en Italia es Florencia. Aunque he visitado Milan, Genova, Roma, Venecia, la primera me sigue quitando la respiraación cuando veo sus fotos. no obstante, la sencillez de San Remo sus helados en GROM (iL gelato come una volta) me recordó que la felicidad es a veces muy modesta e intensa si estas con personas que te acarician las sangre: mi hija, mi sobrino y Laura.
Mis referencias de este pueblo costero del sur de Italia, cómo las de casi todo el mundo, son del 'Festival de San Remo.' Que ha inundado desde los sesenta, las radios de Italia de canciones pop de gusto cuestionable y efímero.
No esperaba para nada, encontrarme con la calma hermosa de una asociación de pecadores que brindarán a los paseantes el derecho de disfrutar del trozo de mar de su club al paseo espontáneo. Donde mi hija descubrió peces nadando, redes de pesca, y barcas modestas y sencillas con nombres de premio Nobel de literatura. Ver foto.
Quizás no recuerden muchos de vosotros, que mi padre fue marino mercante y que el mar para el niño que fui en la barriada del Vedado donde nací (en La Habana), representó no sólo jugar y bañarnos, sino aprender a pescar con precariedad y sobre todo mirar el fondo del mar donde uno se ve a sí mismo.
Si tenéis la suerte de pasar una tarde por aquí, os recomiendo encarecidamente venir, seguro que nadie recuerda una canción ganadora de San Remo, (salvo que vivan aqui) en cambio, este lugar te introduce el salitre de su humilde sencillez, -color azul variado de las puertas donde guardan sus 'atrezos' y atavíos de pesca- en tus recuerdos...
Mi niña hizo este paseo comiendo zanahorias pequeñas crudas y brindándoles a los peces.