viernes, 12 de agosto de 2016

Mar soy, nací en marzo. La vida viene mar como la poesía.

Toda la memoria que soy, viene del mar.
Mar soy, nací en marzo. 
Soy piscis y estoy hecho de agua por todas partes.
Mi corazón navega como un feto en aguas dulces.
Estoy convencido de que la poesía vino del mar como la vida. 
Esto es parte de un poema muy antiguo que publiqué en Méjico hace tiempo. 
Cuando publicar impreso era una emoción superior.
Casi como descubrir un arco medieval.




El Alma de Omar Sosa para Malena por su cumple.


Quiero escribir pero me sale espuma. Desde adolescente no he superado ese verso de César Vallejo, de él, que pocos se acuerdan. Yo escribí a consecuencia, "El silencio es una conversación privada." Esos dos versos los traigo a este muro tras escuchar "Alma" de Omar Sosa, al piano y el italiano Paolo Fresu, a quienes ví en vivo hacer esto en la sala Luz de Gas. Atención, Malena Espinosa Delgado, es un regalo para ti por tu cumple, por ser Alma y amiga.
Que nadie se atreva a escuchar esta joya que dedico en exclusiva a  mi amiga, cubana-rusa-catalana...magister de teatro y sobre todo maestría  de pura vida. Felicidades...
Omar Sosa & Paolo Fresu: NPR Music Tiny Desk Concert.

Ayer estuvo Miguel Matamoros en La Sonora de Gràcia en Barcelona. Mane-Carlitos-Arsenio

Cuenta Miguel de Cervantes que Don Quijote entró en Barcelona un día que había Luna de San Juan con Sancho y escucharon sonidos de chirimías. Te cuento yo, que ayer (agosto 2016) Miguel Matamoros, compositor cubano y genio del Trío Matamoros, ayer entró en Barcelona a través de una canción también con Luna.
Cervantes, es el ADN de la literatura española de los últimos 500 años. Miguel Matamoros, es lo mismo para el 'son y el bolero cubano' en los últimos cien años, y en los próximos 400 años, y la Luna, ya sabemos es responsable y escenografía de mucho arte antes que egipcios y griegos.
Si crees que todo esto es una invención mía de poeta descabellado...Mira los 40
segundos de este vídeo, grabado en la Sonora de Gràcia, en Barcelona. ¿ Qué es poco, pues preguntárselo a quienes bailaron e hicieron coro anoche?
Ya sabemos que el tiempo es relativo -según aquel físico de pelo blanco que sacaba la lengua-; y un segundo de son cubano  bien tocado, es un siglo de felicidad para quien lo escucha y una delicia gustosa para quien lo baila, incluso un placer para quienes solo lo sienten.

Fue espléndido, además,  pues yo saqué a pasear con música "meu  Djembé" por vez primera; y Carlitos Lage, Mane, y el público; me lo agradecieron... 

Sé que Miguel Matamoros ayer en su tumba, sintió más que una rumba. Nosotros, eso de ser felices tocando a un público danzando (Kayla Ramos improvisa de muerte), nos pone, y nos duvuelve energía para la próxima.

Fotos de Sonia y Yaneys