Un bebedero medieval en Llívia.

Estoy en Llívia. Aunque este pueblo del pirineo francés, pertenezca a Girona por un acuerdo. Llívia es una isla de tierra dentro de Francia. En esa isla y su iglesia está en el patio, este bebedero.

Soy poeta y exagerado por naturaleza, no quiero exagerar. Pero dudo que exista en mi memoria un bebedero de agua estilo medieval más bello que este.  Aclaro, un bebedero medieval era una soga, un cubo y un pozo. Esto no lo es, pero me gusta pensar que lo es.

Su estructura de base con varios bloques de la antigua muralla, su cara-máscara donde sale el agua con dos bloques más, es realmente de una solución simple y muy integrada al paisaje. 
Genial.
El detalle de poner un bloque para que las niñas como la mía se suban, es ya un matiz sublime. No es medieval pero su diseño engañoso así lo refleja. Me gusta ese arte de mentir en la piedra.

La metáfora perfecta del invierno en la Cerdanya: Leña.

Quien cortó y organizó esta leña no sabe de diseño, ni es experto en arte conceptual.  Solo ha vivido toda su vida en una Masiá de la Cerdenya, Lleida, donde el invierno es vida cotidiana en este paisaje medieval.
No sabe de arte, ni arquitectura, este Pagés amable que me ve escribiendo al amanecer muy cerca de él, que ya lleva horas trabajando en silencio. Pero esto, es arte por arte. Al menos para mí que piensa en el color del fuego que quemará toda esta manera solo para mantener la piel...

El paisaje y la despedida de Bellver de Cerdanya.

Iba conduciendo por Bellver de Cerdenya. No solo iba conduciendo iba pensando cómo uno puede irse de un lugar así y sobrevivir a la humedad del río Segre. Al silencio románico de la arquitectura medieval de este lugar.  Al olor maravilloso a mierda de vaca y naturaleza. Que nos hace saber que estamos lejos de la ciudad y rodeados de vida.
Ser zurdo me hace llevar el reloj de madera en la mano contraria de la mayoría. El color bambú del reloj contrasta con el verde húmedo cercano al río y mi propia negritud. 
No sé en qué estaba pensando la Rosa que me hizo esta foto, que para siempre será, mi último día cerca de la vida que tuvo Gustavo Adolfo Bécquer en La Cerdanya.



miércoles, 30 de agosto de 2017

Llueve en Barcelona con la fuerza que recuerdo llovía en el Caribe en verano..






Llueve en Barcelona con la misma fuerza que lo hacia la lluvia que recuerdo en el Caribe.
Era tal el sonido que Lorca mandó a callar a todos en un restauran en la Acera del Lovre del Centro Gallego para escuchar la lluvia habanera.

Consecuencias poéticas de la lluvia imitando el puntillismo. Yo atrapado en una biblioteca. Eso me pasa por tener tantas preguntas en la cabeza.






Monistrol de Montserrat


En 17 años en Catalunya no puedo recordar las veces que he subido a Montserrat. Pero nunca se me ocurrió, salvo hoy, entrar al pueblo. Que no tiene mucho futuro 

Santa Eugènia de Nerellà: Torre de Pisa de Cerdanya. Lleida.

Esta torre inclinada (campanario) está en Santa Eugènia de Nerellà, donde está la casa rural 'Els Torrens' donde he pasado tres días. Imposible no verla, por su austeridad y silencio. Por ser sin duda un referente dentro de otros pueblos como Nas y Olià tan pequeños igual pero sin iglesias.

El campanario (torre de estilo lombarda)  está documentada en el siglo XI. Su singularidad, es su error,  o sea, estar fuertemente inclinada hacia el sud-este con 1,20 metros de desplome con  una altura de 18,50 metros. 

Se la conoce como la torre de 'Pisa de la Cerdanya.' Aunque la Torre de Pisa es posterior de  1174. Y la italiana se inclinó después de hecha. Está no sabemos si nació torcida.
Adoro el arte románico, o arte medieval. No estoy seguro que sea por ser el primer arte europeo, sino por estar en comunión  aqui, con la montaña y río Segre.
Es aplicable a Catalunya aquell frase de Whinman..."catalunya es su gran poema"



Un pueblo puede llamarse Pi en Lleida y no ser Pitagórico.

Nada invita al silencio más que estos pueblos breves de la Cerdanya en  Lleida... Que están o habitan entre pueblos mayores sin otra misión que ser paisaje y escenografía. Pi está entre Bellver de Cerdanya y Santa Eugènia de Nerellà.
La Iglesia de Santa Eulalia que ven. De estilo románico situada al centre del pueblo, tiene un raro encanto acentuada por la soledad del entorno de la Sierra del Cadí y el río Segre.
"Durante la edad media, fue un señorío que abastaba los núcleos que componen la parroquia de Pi, o sea, Cortariu, Nèfol."
A mi su silencio me dejó un lugar.
Pi tiene solo 144 habitantes no le hace falta más. Es el valor de su silencio. Sus dos letras significan "pino" en catalán.  Y no tiene nada que ver con el número Pi, de Pitágoras. La constante que relaciona el perímetro de una circunferencia (L), con la longitud de su diámetro p = L/D; o sea, la idea inicial que me hice. 

sábado, 26 de agosto de 2017

Visita a Bellver de Cerdanya. Lugar donde vivió Gustavo Adolfo Bécquer. Lleida.

Este  pueblo que veís de Lleida, en su calle Amargura, acogió al poeta Gustavo Adolfo Bécquer en otoño de 1860. Cuando vino desde Madrid para intentar mejorar su cuerpo que alojaba una tuberculosis que terminó matándolo en la calle Huertas de Madrid...

Aquí, no se curó, pero escribió la leyenda "La Cruz del Diablo," sobre las ruinas de Castell; de Sant Martí dels Castells, a 10 minutos andando.

Bécquer pertenece a esa estirpe de escritores de luxe Kafka y Pessoa que vieron muy poco de su obra publicada en vida y alcanzaron su gloria tras la muerte. 

La vida quiso que viviera muy cerca de su casa natal en Sevilla en el año 2000, allí releí sus versos y me apasioné como él de la Semana Santa sevillana que incluí en mi novela inédita. 

Luego, me quedé muy cerca de la casa dónde murió en Madrid, en un piso que tenía mi amigo escritor Bruno Galindo. Hoy no sé si cierro un ciclo con Bécquer. Pero andar por este pueblo de estructura urbana medieval sabiendo que él hizo lo mismo, sobrecoge. Hace que la literatura sea algo más que esa piel virtual de conocimientos que me cubre.

Mi amiga actriz Malena siempre me compara desde su cariño con Cortázar, es cierto, que lo he seguido por París y sus rutas allí; pero también a Pessoa en Lisboa y a Bécquer. No por querer llegar a ser ellos, sino por seguir la ruta de sus motivaciones, o la literatura que es curiosidad que invita a la creatividad.

La Cruz del Diablo...(argumento)

"Mientras visita las cuevas de Bellver, un turista decide preguntarle al guía el origen de la cruz emplazada en ese lugar. Éste le cuenta la historia de aquella cruz, que supuestamente estaba maldita. Resulta que el señor del Segre iba matando a la gente que estaba en contra de él. Era famoso por su crueldad y sobre todo por su armadura. A tal personaje lo mataron y esta armadura cobró vida propia. La llevaron al juicio y le dijeron que se quitara la armadura. Al final le levantaron el casco y para sorpresa de los allí presentes, la armadura estaba completamente vacía. La llevaron al calabozo y el alcalde, que no se creía lo sucedido, entró en su celda y esta le atacó y se escapó. La volvieron a coger y la quemaron y fundieron en la hoguera, mientras se escuchaban gritos de dolor. De esta forma la armadura se convirtió en la citada cruz, situada en la colina del municipio de Bellver."