Amo Anne Sexton descalza frente a su máquina con las piernas abiertas. Corrigiendo un texto sobre el rodillo de la propia máquina, así comencé a escribir yo también y este recuerdo es una memoria dulce de lo que soy. Esta imagen ya no volverá, ahora los escritores corregimos en la propia pantalla, aunque abrazamos el texto que vamos escribiendo sobre el tablet con la misma pasión
La existencia es un buen texto.
Todo lo demás está de más.
Anne se suicidó con 45 años en 1974.
"En Cartas para el Doctor Y, que dejó inédito hasta después de su muerte, invoca tozuda su única suerte: “Muerte, / necesito mi pequeña adicción a ti, / necesito esa vocecita que, / hasta cuando asciendo desde el mar, / toda una mujer, completa, / dice mátame, mátame”. El 4 de octubre de 1974, tras revisar las galeradas de su manuscrito, El horrible remar hacia Dios, y almorzar con su editor vuelve a su casa. Allí se pone el abrigo de piel de su madre y se quita todos los anillos. Se sirve un vodka y con el vaso en la mano entra en su garaje y se encierra. Y allí, sentada al volante de su automóvil, un Ford Cougar de color rojo, enciende la radio. Y el motor."