"Nunca ningún amante osó llegar
a los lugares que tú me acaricias.
De dentro a fuera, amor, siento las olas
y me hago arenal y duna y peñasco.
Recuerdo de mañana, arena, manos,
del riesgo, ardiendo espejo de la sombra
del ayer que a ti te hizo huésped mío,
yo vivo en ti, en tus acometidas.
Vives en mí, en el común cercado
-agua atenta a las voces de la tierra
que con sal borra el rastro de la guerra-
¿Oyes cómo el levante tienta, alma en ayuno,
muelles remotos donde el orgullo me cesa?
Creciendo en ti, el mar y yo ya somos uno."