En 1878 finaliza la carrera universitaria de arquitectura, y comienza con pequeños encargos como los muebles para la capilla del panteón del marqués de Comillas, las farolas de Plaza Real para el Ayuntamiento y la vitrina que le encomienda el comerciante de guantes Esteve Comella para Exposición Universal de París.
Esteve Comella, propietario de una lujosa guantería en la calle Avinyó de Barcelona, encargó a Gaudí una vitrina para exponer sus productos en la Exposición Universal de París, inaugurada en mayo de 1878. El arquitecto diseñó una original estructura de madera, hierro y vidrio, coronada con metales en formas vegetales, en cuyo interior los guantes se exponían en un mueble de estanterías. La vitrina de Gaudí despertó gran entusiasmo entre los visitantes y el establecimiento Comella recibió una medalla de plata de la exposición. Uno de los admiradores de aquella pequeña joya exhibida en París fue el industrial catalán Eusebi Güell i Bacigalupi, quien al volver a Barcelona quiso conocer al joven creador de la vitrina. Presentados por Esteve Comella en el taller de carpintería de Eudald Puntí, Gaudí y Güell en seguida se hicieron amigos e iniciaron una fructífera relación profesional.