jueves, 14 de diciembre de 2017

Da suerte sentarse al lado de mujeres que van leyendo.


Pensé que era un mito parisino alimentado por mí, y Julio Cortázar,  pero el 1er  día en Europa que escribí tres poemas seguidos, iba al lado de una mujer, [siembre bella mientras lee un libro, todas lo son empoderadas sobre la luz de las palabras] que iba leyendo en castellano un libro de papel y no digital, iba en tren TGV de Burdeos a París a ver y vivir el cambio de siglo dic. 1999. Un libro como su piel de carne real y poros que parecen azúcar y miel de conocimiento en días de luna menguante e infiel.

Han pasado veinte años ya, de cuando era historiador por nómina en La Habana Vieja frente a los Ferrocarriles del Puerto, y cuando salía del Archivo Nacional de Cuba en mi Fiat Polski 126p y  tenía que completar esa nómina exigua haciendo de taxista ilegal, que en esa isla llamábamos boteros, aunque fuéramos por el asfalto;  la metáfora "boteros,"  me gustaba, pues las calles de La Habana en los noventa fueron un infierno, atravesarlas huyendo de la mirada policial, en una ciudad donde rodo estaba prohibido,  era sentirte Caronte, el barquero del Hades que Dante Aligieri situó en La Divina Comedia.

Eso sí, siempre tuve una premisa. Si veía mujeres leyendo mientras esperaban un absurdo transporte público inexistente, las llevaba gratis fueran donde fueran sin ligar con ellas, era una voluntad explícita.
Siempre he sentido fascinación por gente que lee, que en mi llegó a ser una obsesión tratada por el médico de niño al no poder controlar por quitarme el sueño. 
Quizás porque leí en Enrique José Varona, un escritor olvidado de Cuba,  una frase capital: téme de las casas donde no veas libros.

Esa tarde terminé hablando con la anónima Luisa, que iba a mi lado en el bus en Barcelona, a quien prometí un poema en prosa que ahora escribo. 
Nadie es superior por leer. Pero leer te hace mejor. Siempre prefiero a un pedante lector que a cualquier ignorante que jamás a tocado un libro, en realidad que no lee en el formato que quiera.

14 de dic. Día de San Juan de la Cruz. Patrón de los poetas.


    Luisa lee mientras le robo la foto estilo Róger... 
    un ladrón de imágenes cubano catalán



nota: 

"Si un libro los aburre, déjenlo, no lo lean porque es famoso, no lean un libro porque es moderno, no lean un libro porque es antiguo. Si un libro es tedioso para ustedes, déjenlo… ese libro no ha sido escrito para ustedes. La lectura debe ser una forma de la felicidad.(...)si Shakespeare les interesa, está bien. Si les resulta tedioso, déjenlo. Shakespeare no ha escrito aún para ustedes. Llegará un día que Shakespeare será digno de ustedes y ustedes serán dignos de Shakespeare, pero mientras tanto no hay que apresurar las cosas."
Jorge Luis Borges