Es una suerte tener París cerca. Una ciudad que como a muchos entró de lleno en la formación de nuestra personalidad literaria. Hacia unos cinco o seis años que no venía al Petti Palais a ver una expo y mwnos a tomar té a los jardines. La expo de los Holandeses pintores y su influencia en París estaba excelente, pero luego tomarnos un te aqui fue fantástico.