El bucle en que ha caído el Tribunal Supremo con las euroórdenes refleja el sonoro cachondeo en que ha caído la justicia española con respecto a Europa.
En vez de aprovechar que los jueces alemanes no ven Rebelion en el 1-O, que no la hubo, salvo los golpes de la policía contra votantes, ahora vuelve el Juez Llarena a rechazar a Euroórden. Pues no le gusta que haya entrado en el fondo del caso.
Cuando fue el propio Juez del Supremo que envió 200 folios extras para inculpar a Puigdemont y los Consellers de Rebelión.
Ahora todo parece diseñado a un ruedo. Con un torero ofuscado con un toro que no sede. Esto en vez de favorecer a los que están aquí y rebajarle los cargos en realidad ahora son rehenes del ensañamiento contra ellos y no verán la luz del sol.
La Fiscalía va a pedir hoy que los procesados por el caso 1-O que están encarcelados sigan en prisión. Su argumento fundamental será que a su juicio existe ahora mayor riesgo de fuga que en fases precedentes de la investigación. El motivo habría que buscarlo en la resolución del Tribunal de Schleswig-Holstein que negó la entrega del expresident Carles Puigdemont para ser juzgado por rebelión.
"El juez aprovecha el auto para criticar también el rechazo belga de las euroórdenes cursadas contra Toni Comín, Meritxell Serret y Lluís Puig; en ese caso, por no entender válido un auto de procesamiento para considerar decretada la prisión de los reclamados. Y, para evitar reveses semejantes, retira las órdenes europeas e internacionales de detención dictadas contra todos."