Las mujeres leen más en digital que los hombres
No es que sea yo mucho de la guerra de los sexos en cuanto a hacer o dejar de hacer cosas, pero es que en las últimas semanas me ha llamado mucho la atención dos estudios sobre el hábito lector digital de mujeres y hombres. Estudios en los cuales las mujeres salen muy bien paradas en cuanto a la lectura digital.
El primero de ellos, y que descubrí gracias a Libropatas, es el realizado por la National Literacy Trust sobre más de 32.000 alumnos de 130 escuelas de Reino Unido. En dicho informe se desprende que las chicas son más propensas a leer en digital, mientras que los chicos son más propensos a realizar sus lecturas en papel.
Las chicas leen más que los chicos en sitios web, redes sociales, correos electrónicos, mensajes instantáneos, Twitter, blogs y libros electrónicos. En algunos casos la diferencia no es muy significativa, pero el caso es que ellas llevan la delantera en hacerlo. Destaca que un 8% de chicas lee más en sitios web que los chicos, un 11% más en blogs y un 7% más en libros electrónicos. En cambio, los chicos leen más que las chicas en periódicos, cómics y manuales en papel. Las diferencias son del 5, 15 y 7% respectivamente.
Destacable también otro dato que se desprende del estudio, y es que las niñas disfrutan mucho más de la lectura que los niños (61,6% frente 47,2%).
El otro estudio a destacar es el realizado por 24symbols, en el cual tratan de demostrar cómo el sexo determina los hábitos de lectura digital. Destacar que sobre los 700.000 lectores que tiene su plataforma el 74% de lectores son mujeres. También destaca que ellas hojean 6 de cada 10 libros abiertos y ellos terminan solo 3 de cada 10 libros.
Libro digital y América
En Colombia, por ejemplo, las ventas crecieron un 21% en 2016, el mayor aumento de la zona, de acuerdo con el estudio de Libranda. Aunque el líder es, de lejos, México. Para las editoriales de América Latina, es el primer mercado: allí venden uno de cada cuatro libros digitales. Y para las españolas, supone el segundo mejor territorio (16% de las ventas) tras su propio país, según Bookwire. “México es punta de lanza tanto por conectividad como por comercio electrónico y número de títulos. Aunque aún no llega al volumen de Europa, estamos muy cerca de un punto de inflexión, si no es que ha empezado ya”, apunta Aránzazu Núñez, gestor de cuentas de la plataforma en México. Las cifras le dan la razón: la facturación en 2015 de las ediciones digitales fue de 5,5 millones de dólares (4,9 millones de euros), más del doble que el año anterior y casi 10 veces más que hace cuatro años, según la patronal de editoriales mexicanas (Caniem).
Las editoriales de habla hispana representadas por Bookwire.es, más de 200 sellos, registraron una subida de recaudación por la venta de ebooks del 41% en 2016 respecto a 2015, según un estudio de la plataforma. Las latinoamericanas, en concreto, aumentaron sus ingresos en un 110%.
El 61% de las ventas digitales de las editoriales latinoamericanas se realiza en los países del área; el 25% en Estados Unidos y el 8% en España.
Las editoriales españolas, en cambio, deben el 49% de su mercado a su propio país, el 34% a América Latina y el 11% a EE UU.
Amazon y Apple copan la aplastante mayoría de las ventas digitales de todos estos sellos: suponen respectivamente entre el 40 y 45% y entre el 38 y 42%.
El precio medio es de 7,57 euros para el catálogo de los editores españoles y de 8,96 euros para los latinoamericanos. Ambas cifras incluyen el IVA.
Los lectores que contribuyen a este cambio tienen más de 30 años y una capacidad adquisitiva que no solo les permite gastar una media de siete euros en cada libro, sino que además tienen una tarjeta de crédito para hacerlo y un dispositivo electrónico donde leerlo. Factores determinantes en países en desarrollo. La penetración de los smartphones en América Latina no tiene nada que envidiar a otras regiones. El pago en cuotas permite que ciudadanos de distintas clases tengan en su bolsillo un teléfono de última generación desde el que poder leer.
Estos aparatos les han permitido a editoriales como Planeta entrar con sus libros en ciudades a las que no llega el papel por falta de librerías y por los problemas de distribución que sufre la región. “En América Latina es muy costoso y desgastante tener que distribuir, sobre todo si hay que pasar por España”, relata Carolina Rey, cofundadora y directora de proyectos de Rey+Naranjo. A través de plataformas como de los grandes e-tailershan conseguido que sus libros ilustrados de Rulfo y Gabriel García Márquez se lean en lugares tan exóticos como Hawái: “La venta electrónica nos ayuda a romper fronteras”. Tanto que EE UU supone el 25% del mercado para las editoriales latinoamericanas y España un 8%, en cálculos de Bookwire. Así que, tras importar e-books durante años, tal vez el área comience a exportarlos. La reducción del coste para digitalizar de centenares a decenas de euros por ejemplar ha ayudado, según Celaya.
Hispanos en USA
No faltaba demanda de libros en español en Estados Unidos, pero la oferta durante décadas estuvo poco organizada. Los resultados del censo en el año 2000 arrojaron una cifra cercana a 35 millones de hispanos y la prensa especializada empezó a hablar de una “masa crítica” de público lector español. Los grupos editoriales no tardaron en reaccionar y a veteranos como Arte Pública Press (editorial bilingüe) y Santillana USA (ahora Prisa Ediciones), se unieron sellos como Rayo de Harper Collins en 2001. Además, el sello Vintage de Random House reforzó su oferta cerrado un acuerdo con Mondadori en España. Distribuidoras y librerías ampliaron el espacio dedicado a estos libros.
La crisis de 2008 dejó algunas bajas en este frente y Rayo despareció. Pero el mercado del libro para hispanos ha seguido madurando y según las estimaciones de 2010 asciende a 1.000 millones de dólares, de los que entre un 30-35% procede de libros publicados en español. “La crisis hizo que todas las empresas revisaran las rentabilidades y se creó un ambiente más pesimista”, apunta en conversación telefónica desde Miami Silvia Matute, directora de Prisa Ediciones. “Pero en los últimos seis meses se ha producido una nueva ola de crecimiento. El censo de 2010 mostró que hay más de 50 millones de hispanos en Estados Unidos”. Esta apabullante cifra no está exenta de matices: aunque el nivel educacional ha crecido considerablemente, no todos los hispanos prefieren leer en español, para muchos, inmigrantes de segunda y tercera generación, este idioma es más oral que escrito. Quizá por ello el primer frente en reaccionar al boom del censo ha sido el de las televisiones: Fox ha lanzado dos canales más en español y una web de noticias; VOXXI es también una nueva web informative en español y Univisión y Disney han montado un canal para latinos, aunque en ingles.
¿Pero quién y qué se publica? El madrileño Jaime de Pablos está al frente de Vintage en español, un sello con entre 50 y 60 títulos al año. En algunos casos, como la novela 2666 del chileno Roberto Bolaño han comprado los derechos en español para Estados Unidos de otras editoriales. Su catálogo incluye algunos libros de poesía de Pablo Neruda o las obras completas de Federico García Lorca, destinados principalmente al público universitario, junto a libros escritos por celebridades del mundo hispano, así como traducciones de Stephen King, de Cormac McCarthy o de la biografía de Steve Jobs, que con más de 20.000 ejemplares fue uno de los que mejor se vendieron el año pasado. Los canales de venta incluyen librerías independientes, cadenas como Barnes & Noble, venta por internet a través de Amazon y grandes superficies, un espacio especialmente importante. A esto se añade el ebook. “Publicamos todos los títulos también en electrónico”, señala de Pablos, “pero este Mercado es mucho más lento que su equivalente en ingles. Los resultados en este formato están aún lejos de alcanzar el 10% de las ventas totales”.
A diferencia de Atria de Simon & Schuster o Celebra, del sello de Penguin, Prisa Ediciones con base en Miami publica eminentemente en español. De los cerca de 20 títulos para adultos que se lanzaron el año pasado, La Reina del Sur, de Arturo Pérez Reverte se colocó con cerca de 80.000 ejemplares a la cabeza. Cerca de la mitad de sus títulos como Conquistadora, de Esmeralda Santiago han sido contratados localmente. Una de las novedades más destacadas en este área es Sam no es mi tío, una antología de ensayos y crónicas de autores en español que han vivido en Estados Unidos como Daniel Alarcón y Edmundo Paz Soldán. Matute explica que el público lector en español no se corresponde exactamente con la distribución geográfica que arroja el censo. Aunque en California se encuentra la mayor parte de población hispana, Miami es su mercado número uno. “Esto se debe al nivel cultural, al nivel económico y a que aquí uno puede vivir y trabajar sin hablar una palabra de inglés y por tanto resulta un ambiente más propicio para leer en español”. Los referentes literarios, señala, a menudo son grandes autores de los países de origen de los hispanos. ¿Cuál es su pronóstico para el futuro? “En los últimos meses hay un nuevo renacer en este mercado, que lucha contra su propia transición”, dice Matute. “Hay más demanda que oferta y es imposible llegar a todos lados porque no es rentable, pero el e-book solucionará mucho de todo esto”. Los cerca de 40.000 títulos electrónicos en español que Barnes & Noble ha puesto a la venta parecen ir encaminados en esta dirección.