Una plaza
peculiar que no tiene salidas, solo callejuelas.
La memoria viva
de la guerra civil española está visible en sus paredes que aún se conservan
las heridas que destrozaron la vida de niños republicanos que se escondieron en
la iglesia.
Es una plaza
obligada para visitar pues es una cita con la historia, a mi me gusta por su belleza
y su dolor.
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“Los agujeros el origen de los agujeros hay que
retrotraerse a 1938, a los últimos compases de la Guerra Civil.
Los agujeros, más concretamente, se deben a un
bombardeo provocado por el bando franquista durante la contienda, en plena toma
de Barcelona. El luctuoso acontecimiento tuvo lugar el 30 de enero de 1938 y
provocó la muerte de cuarenta y dos personas. La mayoría de ellos eran niños
que asistían a la guardería de la plaza y que buscaban refugio en los sótanos
de la iglesia. En el momento del bombardeo, los terrenos de la actual plaza los
ocupaba un cementerio medieval. Poco quedó después de la bomba, que arrasó con
las casas cercanas y causó ciertos daños, aún presentes, en la iglesia.
De hecho, una placa lo conmemora desde 2007, ésta
reza: «En memoria de las víctimas del bombardeo San Felipe Neri. Aquí murieron
42 personas -la mayoría niños- por acción de la aviación franquista del 30 de
enero de 1938”.