Hace unos días quise usar una foto de Marilyn Monrroe para un libro y me enteré que muchas de sus fotos están gratis para todos, pues sus herederos se han forrado durante años cobrando a todos los que usan sus imágenes mientras ellos evaden impuestos en EEUU, el chollo se les acabó y las fotos, muchas las puede usar cualquiera, son del pueblo.
La expo “The World of Banksy”, que incluye reproducciones a tamaño real de obras que el artista callejero hizo entre 2000 y 2018 en Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Israel y Palestina.
Banksy se quiso burlar del capitalismo de arte vacío con su venta y...
Niña con globo. "¡Vendido!", anunció Oliver Baker al alcanzar los 1,2 millones de euros, y justo cuando el subastador dejaba caer la maza sobre la mesa, el cuadro comenzó a desintegrarse ante la mirada atónita del público.
La subasta de la Niña con globo se ha convertido en un hito de la historia del arte -a su manera- y es improbable que el mercado deje de sacar tajada. Según el experto en compraventa de arte, Joe Syer, la obra semitriturada ha duplicado su valor inicial y ronda en este momento los 2 millones de libras (2,3 millones de euros). El artista urbano quiso hacer mofa del consumismo vacío de la alta cultura, y esta le ha devuelto el golpe sin un ápice de vergüenza: no solo va a seguir lucrándose con él, sino que facturará el doble." "Toda acción de modificación sobre una obra tiene como resultado el aumento de su valor. Está cantado", explica a eldiario.es Daniel Lesmes, profesor de Teoría del Arte en la Universidad Complutense y presidente de la asociación de artistas y teóricos CRUCE. Para el periodista de la New York, Banksy merece nuestros respetos solo por haber noqueado al "insidioso mundo de las subastas". Sin embargo, quizá su bofetón fuera más aparente que efectivo.
"El término autodestrucción no es exacto, porque lo que hay es una transformación de la obra", indica Lesmes. La obra, por tanto, no se desintegró al ser rajada con las cuchillas, sino que se reconvirtió en otra todavía más valiosa para la compraventa. Se trata, como explica el docente, de una práctica "muy antigua" que "en el arte contemporáneo se lleva haciendo desde los años 60".
Banksy es un artista callejero, o la marca de un grupo, no sé sabe, que regala todo lo que hace en las paredes de medio mundo. Resulta que los galeristas, sabiendo que muchos no tienen la capacidad de ver su obra, ni en las redes, hay muchas copias de este por cualquier lugar, ni en los ciudades donde este o ellos actúan, y se forran montando una expo de Banksy, que no autoriza (parece ser), ni seguramente se lleva un duro de la misma, esto último no lo sé.
Lo real es que esta expo está en Barcelona, en Espacio Trasfalgar, y yo no sé si corro a verla o me sigo debatiendo en qué hay detrás de esta marca.
No ñse si me gusta su obra fuera de contexto, con las humedades de las paredes, con los edificios enteros como marco, no sé si fuera de esos marcos "naturales" en que él las enmarca valen la pena, no sé...