sábado, 28 de marzo de 2020

Confinado y confitado de nostalgia por coronavirus.

(confitado es esa propiedad de poner azúcar a los recuerdos)

Confinado en casa, confitado de nostalgia
tras una celosía
recuerdo la calzada que está detrás del balcón
tranquila y de las más silenciosas del pueblo

Extraño la suerte del Pont Vernet
solo
sin siete millones de niños
confinados y confitados con adultos
en casa
que no pueden jugar en la calle
sus mascotas sí.

Extraño los conciertos de samba de Lania y Danilo Piñheiro
en el Berimbau en el Borne
y los de Mane y Carlitos
en la Rouge del Raval.

Extraño ese olor a hidróxido de carbono
que no le gusta a Greta Tumbert
y yo cuando llego a Barcelona desde
Sant Cugat me levanta la tapa de los sesos
y surten los recuerdos del grito
de mi hija naciendo  en el hospital
modernista de Sant Pau
Y esa vida que tuve en el barrio de Gràcia
llena de secretos  y errores en una cueva
en la que Chet Beker y Elis Regina juntos
 eran banda sonora en los límites del abismo.

Extraño el asfalto/ el carrer
la avinguda/  la rue/la calle/
Esa  Calzada de Jesús del Monte
en ese gran cráneo ahumado de alucinaciones que es la ciudad
como diría Eliseo Diego.

Extraño eso
Que está tras la celosía
en primavera.