domingo, 30 de enero de 2011

No tiene la culpa el mar.Gerardo Alfonso.



Los que viven en Cuba se quejan de que no tienen libertad para salir del país cuando ellos quieran, dependen de un permiso de salida del gobierno cubano, la voluntad, la del gobierno como dueño de la manada, es fundamental y prioritaria sobre la voluntad personal de cada ciudadano.

Los que vivimos fuera y tenemos una opinión diferente, nos quejamos (algunos) de los altos impuestos que debemos pagar si queremos visitar el país donde nacimos y también, de un permiso de entrada que debe ser solicitado al Consulado correspondiente según la ciudad. Yo, además, añado que debíamos tener derecho a visitar el país donde nacimos con el pasaporte que queramos, no necesariamente con el cubano, cuyo alto coste es otro impuesto del gobierno.
La bloguera Aguaya Berlín y Fernando Delgado Duran (éste último en huelga de hambre hasta hace muy poco) personifican la negación de entrada a Cuba, una reside en Berlín y el otro en Austria. Por otra parte, al periodista opositor cubano Guillermo Fariñas, le fue simbólicamente entregado el premio Sajarov 2010 a una silla vacía con una bandera cubana y una foto suya, el gobierno cubano le negó el permiso de salida. Para cerrar un dúo que resida en la isla,  ya son nueve las veces que le han negado la salida a Yoani Sánchez para recoger premios por su labor como periodista digital; con el peso de ser la voz que ha conectado con una nueva forma de hacer oposición sin temor a ser silenciada, camino que han seguido otros y otras.
¿Cómo un país cerrado podrá avanzar hacia algún lugar, si impide el contacto abierto?¿Cómo somos capaces de añorar el sol y el mar de una isla de origen que colecciona tanto desprecio? Las tortugas marinas después de años lejos del trópico, vuelven al mismo lugar donde nacieron a desovar, nadie sabe (incluido los científicos) cómo lo hacen, pues se van acabadas de nacer; pero se orientan de alguna manera, y vuelven.  Yo tengo una teoría, esas no son cubanas, pues si no tendrían que pedir permiso.




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Foto superior: Niños jugando en el malecón habanero, anónima.
Título del post. Pertenece a una canción de Gerardo Alfonso.




3 comentarios:

  1. Bien!!! Me identifico con eso, me veo ahí reflejada. Sabes que yo soy de las que tiene que pedir permiso...
    Patri

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  2. Gracias, Arsenio, por la mención. Ya he compartido tu post en Twitter y Facebook.
    Es humillante tener que pedir un permiso para entrar o salir de Cuba.
    Es denigrante y abusivo lo que tenemos que pagar por esos "papelitos y pegatinas".
    Es una violación aberrante del derecho humano de entrar y salir del país donde nacimos.
    Saludos desde Berlín.

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  3. Muy bueno!!! y no es más que la pura y triste realidad por la que estamos pasando, ojalá que todo esto termine muy pronto y pase a ser solo parte de nuestra triste historia (Me gusta pensar que le queda poco).... yo siempre me pregunto: qué hicimos mal para merecer esto??? Quíenes son ellos para negarnos el derecho de vivir en nuestro país!!!
    Miguel Baluja Rodríguez

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