sábado, 19 de febrero de 2011

Alguien me dijo que tenía que matar a Fidel Castro


  
Tristemente no tengo más años que la revolución. Si eso ocurriese alguna vez, significaría que habrá acabado en una fecha que yo alcanzaré, mientras sigo siendo cinco años más joven. Por increíble que parezca, voy por cuarenta y seis y la revolución va por cincuenta y uno, ya estoy dudando de que algún día yo tenga más años que ella.
Una diseñadora amiga, tuvo la osadía de poner el rostro del come-piedra verde en un ataúd en el año 2000, y me lo envió por email, y ese ataúd con la momia verde dentro, le dio la vuelta al mundo varias veces a través de reenvíos que me llegaban a mí nuevamente. Es una lástima que no existiera en ese momento Facebook ni My Space ni Youtube ni Twitter o sea las redes sociales que ayudan a que fenómenos de éstos efímeramente cristalicen.
El cuerpo en traje verde en el ataúd, era la metáfora más directa con que mi amiga quería hacerme ver que tenía que matar al comediante en jefe para poder empezar una obra de vida nueva en el exilio. Tenía que desterrar fantasmas mayores y menores y olvidar la posibilidad del retorno.
Cuando matas momentáneamente el pasado, el presente se cristaliza como el cielo de Huesca en el invierno. Cuya nitidez hace que la comunicación con la luz no tenga intermediarios que son las nubes grises de la nostalgia.
Nadie me dijo en La Habana que tenía que matar a Fidel Castro, solo imágenes explícitas de la película Azúcar Amarga, no mas soñaba tocar el cielo de Normandía en Europa por la parte francesa. No soy mejor después de no haberlo asesinado del todo dentro de mí, quizás porque mi memoria de niñez y adolescente moriría con él y tampoco le voy a dar ese privilegio.
En estos días muchos en Cuba se disponen a convertir al Caribe en el Mediterráneo de revueltas arabescas. No soy quien para oponerme a estos hechos si suceden y seguro aplaudiré si ocurre, pero los gobiernos que salen tras revoluciones sin programas políticos de base y sin consenso y coordinación de fuerzas opositoras concretas suelen derivar en dictaduras que duran-duran, aún más si esos gobiernos cuentan con ejércitos y policía secretas tan organizados y bien entrenados.
Después de vivir once años en democracia ejerciendo mi derecho al voto de forma libre, más que matar a Fidel Castro, si viviera en la Isla, me gustaría se traspasaran todos los poderes a una oposición con un programa político de transición definido...  con ideas parecidas a estas…
Elecciones libres multipartidistas. Que se recupere parte de la Constitución de Cuba de 1940, con elementos positivos a mejorar del proceso de la transición española. Crear un sistema de seguridad social al mejor estilo europeo, que incluya acuerdos con países en los que miles de cubanos están exiliados para que tengan el derecho de percibir el retiro de los años trabajados en la isla, no se sabe a dónde van esas contribuciones ni quién se las queda; aprender positivamente del desarrollo de países como Brasil, hacer un seguimiento continuado de varios países del Caribe, Antillas Mayores y menores e integrarse con profundidad en los mecanismos globales de esta zona y su explotación del turismo y del comercio. Dejar que entre la inversión extranjera sin matices políticos, permitir la libre circulación de nacidos en la isla residentes en cualquier parte del mundo y de sus hijos con derechos a actividad empresarial, y a recuperar bienes expropiados por el actual régimen así como sus derechos a herencia como ha ocurrido en países ex-socialistas europeos. Actualizar las relaciones con Europa y Estados Unidos… entre otras que no me caben en este post y que se podrían añadir.

1 comentario:

  1. Venía de una dictadura que, según los viejos del lugar, había sido desastrosa por lo horrible. Además, la viví en carnes hasta que mi cuerpo aguantó el paso de mi primer cuarto de vida. Se finiquitó aquel régimen y, los padres de la Patria, que llegaban de un exilio dorado; ítem mas, los que aquí se hallaban cambiando de chaqueta, pusieron manos a la obra. ¡Todo es un teatro bicameral! El “voto” al que aludes en Sufragio Universal, fomenta la partitocracia y demuele a la masa popular. Los gremios profesionales que imbrican la Burguesía Parlamentaria viven, al son de su libertad, a espaldas de la gente y de cara al escándalo, la corrupción, el nepotismo, la regalía…etc. Algún lider político dijo en los foros del Parlamento que Montesquieu había muerto y, la separación de poderes se fue al carajo. Ahora, el totum revolutum del Estado, invocando los postulados dieciochistas pone boca abajo al país. Sus ingenieros sociales y funcionarios-soportes, han narcotizado a la gente, que no habla por no ser señalado, que no se queja por mantener la boca, que no se manifiesta porque el espíritu le han matado.
    La resultante: gente comiendo basuras en contenedores, miserables que no tienen techo, fracaso moral de la sociedad sin valores ni éticos ni estéticos, violencia de todo tipo que como metástasis se extiende y no hay “quien” la pare.

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