Luego comí ostras magníficas con Manolo Guirado, Yara y Gloria, en Bruselas, y en Collioure,
cuando fuimos a ver la tumba de Machado.
cuando fuimos a ver la tumba de Machado.
Debo reconocer que toda esta pasión por las ostras se vio retomada cuando visité Cap-Ferret al este de la Bahía de Arcachón, Burdeos, con nuestra niña, su madre y Sarah. Allí los criaderos de ostras inundan esa bahía que cuenta con la Duna de Pyla, la más alta de Europa, estábamos en un lugar donde las sacan directamente del mar, una especie de estanque salado, donde no solo están vivas sino que te las comes cuando las desprenden de sus hermanas e hijas, el vino blanco que nos tomamos, muy frío, acompañando este acto no tiene comparación...
foto por Sarah Caron. En Cap-Ferret, justo detrás nuestro La Gran Duna del Pilat .
Nos rodean criaderos de ostras que acababamos de degustar.
foto por Sarah Caron. En Cap-Ferret, justo detrás nuestro La Gran Duna del Pilat .
Nos rodean criaderos de ostras que acababamos de degustar.
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