Pedro Pichardo Oro en Triple salto en Mundial Junior 2012, Barcelona |
El pasado fin de semana se
celebró en Barcelona el Mundial Junior
de Atletismo 2012, donde
participaron deportistas cubanos, quienes quedaron en 4to lugar con tres medallas de oro y una de bronce. Varios amigos
residentes acá fueron a apoyar (e intentar saludar) a los juveniles de allá con
total desinterés, solo por el hecho de ser compatriotas.
Una vez más, tropezaron con las
medidas estrictas de aislamiento vejatorio, que refleja la falta de derechos civiles a que someten a los deportistas
cubanos que residen en la isla. No es la primera vez, ya pasó en un partido de béisbol hace
un tiempo.
El público no pudo saludarlos
directamente, ni acercarse a ellos para regalarles alguna tontería,
mientras todos los demás deportistas después que competían, o antes, sí podían mezclarse; ellos no pudieron ni intercambiar libremente experiencias con
los asistentes, solo con los que podían entrar en el recinto como
deportistas.
El extremo de esta miseria se materializa
en que uno de los residentes en Barcelona, debía entregar una medicina a uno de
los deportistas que competía. Hecho que tuvo comunicar el
joven atleta a la jefatura dela Delegación cubana . No obstante, al obtener el permiso del entrenador-policía para recibir la medicina comprada
aquí, para un familiar de allá, mi amigo intentó comprarle refrescos, palomitas
de maíz, y el chico le dijo que no, que no podían recibir regalos, si los demás
no lo recibían, que no iba a comer algo, si los otros no estaban comiendo, no
les estaba permitido. Entonces el cubano que vive en Barcelona, decidió comprar palomitas de maíz y
refrescos para todos.
joven atleta a la jefatura de
Quizá lo normal hubiese sido pasearlo un rato por Barcelona para enseñarle la ciudad como luego hicieron
los deportistas africanos y latinoamericanos.
Sólo un detalle, el amigo quería comprarle un bocadillo o algo similar y como el deportista le dijo que no podía estar comiendo él sólo delante de los demás fue que el amigo decidió comprar un tambuchón de rositas para todos y un refresco para él.
ResponderEliminarLos pobres, siempre sintiendo en sus carnes un trato desigual y represivo pero para ellos es la única vía de poder viajar a competir y, en ocasiones, quedarse.