TEXTO AMPLIADO EN EL LIBRO LA MUSICA ENTRE CUBA i CATALUNYA
No queda dudas de que Ernesto Lecuona tiene un lugar privilegiado dentro de los compositores, músicos y directores de orquesta cubanos del siglo XX, y una influencia determinante en los que vendrán en este siglo que comienza. Quizás una manera de rememorar este nuevo aniversario de su muerte, un 29 de noviembre de 1963 en las Islas Canarias, la tierra de su padre; es destacar que además de un gran músico fue un gran empresario, y por ende, un gran promotor de compañías artísticas cubanas en el extranjero donde promocionó a jóvenes intérpretes.
Ya desde comienzos de los años treinta, él junto a otras orquestas como las de Azpiazu y Oréfiche llevan la rumba y la conga a Estados Unidos. Habría que corregir quizás, o destacar de manera concluyente, que Lecuona no solo promovió ritmos ligeros o géneros fáciles, pues bajo su amparo se consolidaron figuras notables como, Rita Montaner, Ester Borja y Bola de Nieve, quien son auténticos representantes de la canción cubana en casi todas sus variantes en gran parte del siglo XX.
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