lunes, 3 de junio de 2019

Elena Burke: Reina del blues hispano. Filin en Cuba.


    Elena y su hija Malena

Antes de hablar de un CD poco conocido, me gustaría decir que Elena Burke, en realidad se llamaba Romana Elena Burgues González, Elena Burke era un nombre artístico excelente además de su voz... Ahora si se hubiese dejado Romana, fuese sido llama Emperatriz del blues hispano sin duda alguna. La saludé sólo una vez en mi vida. Era un homenaje en el teatro Nacional donde fui invitado con Gerardo Alfonso. Cantó Pancho Céspedes en su honor y cuando me acerqué a su mesa y besé su mejilla era de una suavidad extrema. Podría haber sido hermana de mi madre... del cuarteto Las D' Aída, siempre fue mi preferida, hoy lo es aún.


A sola contigo...CD.
Entre los discos poco conocidos de la cantante Elena Burke (1928-2002) está el titulado A solas contigo, fruto de su trabajo en el programa de radio del mismo nombre, que hizo entre 1962 y 1975, en compañía del músico Meme Solís.  
 Las grabaciones recogidas en este álbum resumen la esencia del filin: descarga, intimidad, noche y desatinos armónicos, y pertenecen al período de esplendor del género, como muy bien plantea el musicólogo José Loyola Fernández.
A solas contigo trasmite el ambiente que se escuchaba en el programa, en el que también colaboraban otras figuras de la música cubana, como el compositor Frank Domínguez y el guitarrista Froilán Amézaga.
El CD abre con el tema presentación del programa, A solas contigo, y lo primero a destacar de las piezas incluidas en él es la versatilidad de La Señora Sentimiento —como también era conocida la Burke— para escoger un repertorio internacional notable.
Acto seguido, este particular recital de versiones da paso a Extraños en la noche, de Bert Kraenter, con una interpretación donde no sobran matices, sino que aparecen los necesarios al pasar por los acordes. El acompañamiento de Solís y el solo que hace sobre los puentes son exactamente los que requiere la pieza de Kraenter.
Luego la Burke se atreve con un conocido tema de Charles Aznavour, Y por tanto, el cual formó parte del repertorio de la cantante durante muchos años, incluso con diferentes acompañamientos. Es difícil no recordar su excelente reiteración del estribillo: "y por tanto, yo no te dejaré de amar, no te dejaré de amar…", con modulaciones diferentes. Elena Burke nunca cantaba una canción igual a otra; y esos juegos que hacía con pequeños fragmentos los llevó más tarde a canciones completas.
Después del tema de Aznavour, La Señora Sentimiento va por la pieza central de la película Los paraguas de Cherburgo, de la autoría de Michael Legrand y muy de moda en aquella época. Para cerrar el álbum, escoge una canción de Manuel Alejandro, Estuve enamorado. La profundidad de la tesitura de esta pieza siembra de dramatismo el conjunto de interpretaciones de la cantante. Uno no escucha una voz, sino su situación cambiante dentro de una caverna de sonidos y ecos.
En tanto, el paso del guitarrista Amézaga por este disco está marcado por dos temas de Gustavo Rodríguez, Siempre que hablo contigo y Dorado sueño. El primero se ha convertido en un referente del género y, por supuesto, fue recurrente en los recitales en vivo de la cantante. Pero la guitarra española también figura en ¿Por qué seguir fingiendo?, de Luis Felipe Vargas, y en Vivir es vivir, de autor desconocido. Probablemente esta última sea la mejor canción del disco, por el desgarramiento en la voz de la Burke.
En todas estas piezas el guitarrista parece estar dentro de la intérprete. Siempre sabe el curso y la trayectoria de su voz y se adelanta para que la palabra hecha sonido no salga al aire sin hacerse acompañar por el eco de un acorde o una nota sostenida.
La sucesión paralela de acordes disonantes y voz ennoblecen cada una de estas piezas, permitiendo oscilaciones y saltos con una tendencia marcada a crear matices muy sutiles.
Lo mismo por el minimalismo de los acompañamientos que por la complicidad entre voz, piano y guitarra, A solas contigo es posiblemente el mejor disco de Elena Burke, en el que agota todos los caminos y matices posibles. Una interpretación semejante de la cantante sólo se volvió a repetir cuando se acercó para siempre a Martha Valdés, con quien tejió Elena canta a Martha Valdés.
Elena Burke dejó de estar entre nosotros hace más de año y medio. En todas las notas de prensa, tras su fallecimiento, se repitió un tópico: "Se va, pero nos deja su música", que no por manido deja de ser real.



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