Londres castigará con pena de cárcel a padres que no den cariño a sus hijos.

   El cantante Gilberto Gil y su primera esposa e hijo

El oficialismo, junto a una ONG de defensa de los niños, busca tipificar como delito la "crueldad emocional contra niños" con hasta diez años de cárcel.El gobierno británico confirmó hoy que los padres que no den amor a sus hijos podrían terminar en prisión, con un nuevo proyecto bautizado "Ley Cenicienta".

Realmente, me parece excelente iniciativa inglesa que salga adelante esta ley. La corresponsal en Londres de la cadena Ser en España, habló de la frialdad inglesa que aún perdura en la sociedad británica, donde muchos padres besan muy pocos a sus hijos,  yo la extendería a muchos otras zonas y países europeos donde se ha puesto de "moda"  educar sin mimos, ni cariño a los hijos.  No es mi caso, y por suerte, ni el de muchos amigos que tengo, pero hay una serie de libros de autoayuda idiotas donde aplauden un distanciamiento con los hijos realmente antinatural, de no tocarlos cuando lloran o de obligarlos a dormir solos. Yo práctico el cariño perpetuo con mi hija, quizás porque tuve a mi madre y a cuatro hermanos de los que fui un excelente juguete de cariño, además la pobreza une, y nunca tuve habitación propia, con lo cual compartía vida con mucho cariño siempre.

El proyecto en realidad se trata de una modificación a la ley actual sobre crueldad contra los niños, impulsada por una larga campaña del grupo de defensa de los niños Action for Children. De ser aprobada, la ley le otorgará a la Policía mayores poderes para identificar y lidiar con casos de "crueldad emocional" y buscará penar con hasta diez años de prisión a toda persona que trate a su hijo "de manera que le cause sufrimiento innecesario o perjudique su salud".

La campaña cuenta con el apoyo el del parlamentario liberal democrático Mark Williams, quien el año pasado presentó una moción al respecto, y con la baronesa Butler Sloss, una ex jueza que fue presidenta del tribunal de familia de la Corte Suprema.

Noticia. escuchada en Cadena Ser, y leída en la BBC de Londres.