Sobre sus últimos movimientos solidarios para hacer reír en lugares como Palestina donde es muy cara la risa, donde un niño puede estar asomado a un balcón y un soldado israelí dispararle y luego no dejar pasar a la familia para asistirlo. ...
La realidad de esos campos donde los niños sonreían con sus chistes de payasa supera las noticias. Supera la vida.
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