Salgo solo del aeropuerto del Prat de Llobregat en Barcelona. Aissa Duverger y Mateo ya están en el avión. Aún tengo el cariño de Mateo en las manos y la sonrisa de Ai, madre. Hecho insólito para quienes la conocimos y la cuidamos de niña.
Es extraño el tiempo pasa. Ai simboliza mis 7 años de vida en Villegas N 7 junto a su hermana. Es un trozo de vida que la memoria no estirpa de mi, ni con separacion de su hermana, ni con la distancia. Hay una forma de vida en el cariño de muchos donde todo sigue igual. Nos vemos y siento lo misma seguridad de tener un sobrino hermoso, primo de mi niña que aún no sabe nada de la palabra Nostalgia, exilio, desarraigo, irse y volver de Europa A Miami. Buen viaje Ai..
Es difícil olvidar la imagen de Mateo estirando sus manitas para que lo saque del coche cuando les acompañó hasta la puerta del último control...
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