miércoles, 28 de octubre de 2015

Ailer González Mena reflexiona sobre Marchar o no marchar a un texto aparecido en 14ymedio.

''Marchar o no marchar'' resume de una manera simple el titular de 14ymedio de Miriam Celaya.  Como si de eso se tratara: de marchar o no marchar…

Es comprensible el no ir.  Es comprensible el miedo.  Yo cargo con mi miedo y voy, pero no es fácil enfrentarse a una jauría impune y pasar cada domingo en calabozos hediondos.  No es fácil que te partan un brazo y que ni siquiera el médico pueda darte un certificado o la placa como prueba porque no se lo permiten.  No es fácil que una mujer vestida de verde en un arranque de ira te muerda la cara y te diga “puta, cállate”, mientras gritas “¡Vivan los derechos humanos!”.  No es fácil que te monten en un patrullero y en medio de un monte rastrillen una pistola en tu cabeza y te digan “despídete”.  No es fácil que te tengan cada domingo esposada más de 4 horas, cortándote la circulación y no te dejen ir a orinar y termines haciéndolo en los pantalones.  No es fácil ver llegar a tu marido tinto en sangre y vendado y al domingo siguiente que el agresor te pase por al lado repartiendo palos de nuevo totalmente impune.  Eso no lo paga nada.  Ese ''via crucis'' solo se aguanta y se hace por pasión, por rebeldía, por vergüenza, por lealtad a uno mismo.

Marchar o no marchar, yo diría, acompañar o no acompañar, desde lo que cada cual puede o sabe hacer.

Es subrayable que 14ymedio comenzara a reportar hace apenas unos pocos domingos los arrestos porque era escandaloso no hacerlo ya; sin embargo noticia como si fuera cosa de las Damas de Blanco y no menciona el nombre #TodosMarchamos ni las demandas de la Campaña Libertad para los presos políticos, una ley de Amnistía con eliminación de la figura predelictiva y el Derecho a la manifestacion pública en Cuba.

El ignorar, el invisibilizar, la falta de solidaridad y la indolencia, he ahí, quizás, Miriam Celaya, el dilema.

Ana y Ailer.  

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