viernes, 8 de julio de 2016

Un Margarita para una Margarida.

De mi libro ME GUSTA DAR DE COMER A LOS ELEFANTES


Ninguna noche es perfecta aunque todas aspiren a serlo cuando sales o confundes tus piernas... 
Empanadas argentinas en el "Laurel," carrer Floridablanca  en Barcelona. Paseo por el barrio Gótico hasta El Negroni. 
Una coctelería donde un Margarita casi perfecto, fue el deleite de una Margarida portuguesa. 
Un día después,  me despierto con una flor entre las manos...¿Resulta que estuve en el Paraíso? 
Dice el sambista Cartola: -"As Rosas Não Falam. Yo le replico: -Margarida, sí. 
E incluye lenguas muertas que descifran el griego escrito en la barra del Negroni. Algo insólito para una mariposa, algo natural para una flor.

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