miércoles, 23 de marzo de 2016

Mi Bruselas que no la cambiará un atentado. Ver fotos.


Me niego a recordar Bruselas por las imágenes que estan pasando desde ayer en todas las redes y la prensa oficial. Yo conozco otra Bruselas, que me gustaría que tú: seguidor, lector  y amigo, conozcas más allá de la muerte, los heridos y el humo que han dejado unos fanáticos infames.
Cuando fui a Bruselas por primera vez, en 2005, me sorprendió sobremanera el aeropuerto, que no sólo era bellísimo, sino el más grande que había pisado en Europa en esa fecha. Antes de ir, me dí un baño literario con la "bruselosis" de Guillermo Cabrera Infante; este escritor cubano vivió unos años allí como agregado cultural y dejó varios textos de su Bruselas personal, de hecho afirmó sólo he vivido en tres ciudades: La Habana, Londres y Bruselas.  Y, claro,  Infante me hizo  tomar cerveza  Stela,  me enseñó amar el cielo gris, y sin dudas buscar los mejores chocolates.
Como tierra de gran mercado de chocolate gracias a que el Congo belga fue su colonia, me di también regusto con sus variantes de chocolate en la tienda Marcolini, que merecerá un post aparte.  La primera tienda de cinco plantas todas llenas de todo tipo de formas de chocolate.  
Antes de conocer a fondo la comida mejicana, fue aquí donde comí un bistec hundido todo en chocolate que me deleitó.
Visitar el barrio de Matongue africano, fue un impacto para alguien como yo, que nunca había conocido a ruandesas que habían escapado de la matanza en su país de 1994.
Sin duda, uno de los atractivos más notables de esta ciudad es su arquitectura, art Noveau, o modernista. El paseo que nos dio Manolo, un amigo sevillano que vivía allí en esa época, fue total.




Anterior y este del aeropuerto. 
Unas esteras largas y muy cómodas.



En el barrio africano de bruselas 
Matongué con dos ruandesas.



Nombre del restauran donde comí mi bistec con chocolate.





Fotos varias del barrio donde viví en mi visita.















Metro Bruselas. yendo al barrio donde aun se 
conservan las casas modernistas u art noveau de la ciudad.


Jardín de Bruselas
























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