domingo, 24 de julio de 2016

Llegar a Niza/Nice una semana tras el acto terrorista.

Nos recoge en el aeropuerto  un amigo de mi sobrino, y es inevitable hablar de lo que pasó en el "Paseo de los ingleses," hace unos días, por el que vamos a pasar en unos minutos.
Él llevó a su niña a ver los fuegos artificiales la noche del atentado y dice que el viento que hacía era muy fuerte, que tiraba todo al suelo.
Que lleva tres años aquí y no había visto así,   inusual y de mal rollo.
Estaba al final del Paseo y terminando los fuegos  fue a recoger a su mujer con la niña  al restaurante cerca del Paseo, y terminaron acogiendo personas en el restauran hasta llenarse. Sin saber nadie que pasaba. Todos corrían.
Me sorprendió su alusión al viento cómo señal de presagio.


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