jueves, 20 de octubre de 2016

Hace años sostuve una polémica sobre el origen del danzon y el mambo que acabé así... Fue en Cubaencuentro...



Voy a dar, otros argumentos sobre el origen polémico  del danzón, y el mambo, ya que parece que con las dadas en mi texto  “Investigaciones sobre el ADN del Mambo y el Danzón” no bastó. Pensé que estos datos que daré eran conocidos pues estaban  publicados en los años sesenta, y cuarenta,   cometí el error de creer que todos los que nos dedicamos a la crítica musical  cubana consultamos ciertos libros básicos. 
Solo quiero transmitir  la tesis de que los ritmos o géneros de la música cubana, es muy difícil afirmar que solo una persona los creó, defiendo la idea  en mis investigaciones, de  que la creación colectiva,  es casi lo más natural en el caso de nuestra música, que los creadores de etiquetas de este creó, fulado es el rey, mengano es el único, es  peligroso,  fue una práctica de las disqueras por una parte, y de críticos no investigadores por otra.  Rendir culto a errores, ampliamente probados no nos ayuda, mucho menos en la red, de amplia consulta desde cualquier parte del mundo. Creo que refutar, discutir y argumentar siempre enriquece un tema; aceptar, repetir y estar de acuerdo no nos ha ayudado históricamente, en nada.

Yo intenté “aclarar” y “argumentar”, palabras que aparecen en mi texto, nunca “arremeter,” palabra que Joaquín Ordoqui García utiliza dos veces en su texto de réplica del lunes 30 de abril. Pero antes de entrar en salsa de polémica me gustaría decirle a Ordoqui, que efectivamente es una casualidad maravillosa  que tenga el mismo nombre de Arsenio Rodríguez,  y que además tenga una cercana relación   con una familia esencial en la historia de la música  cubana, pero eso, ni  mis investigaciones, entrevistas y conferencias   publicadas en Cuba y España sobre música cubana, ni ser uno de los dos responsables de las 64 entradas sobre Cuba en el Diccionario de RocK Latino editado por la SGAE y Fundación de Autor en Noviembre del 2000 en España;  no ayudará en nada a mis ideas y mucho menos a mi errores, falsedades y posibles confusiones y descontextualizaciones que me señala, de las cuales soy absolutamente responsable, saber quien soy, es fácil, basta con que  encuentro en la red le envíe un correo con mi curriculum, que puedo facilitarle.


Cuando hablo en mi texto de  “que toda la musicología  cubana coincide en que, cuando el músico matancero Miguel Faílde Pérez estrena en el Club de la ciudad de matanzas(1 de enero de 1879) su danzón Las Alturas de Simpson....” Con esta frase salta Ordoqui diciendo que no sabe a que me refiero, yo quise decir que muchos musicólogos repiten hasta la saciedad ese tópico dogmático  de Faílde, que es cuestionable. Ordoqui dice textualmente: En todo caso ,Helio Orovio, autor del único diccionario de música cubana, refiriéndose a Failde afirma “Estrenó, en 1879, Las Alturas de Simpson, primero en la historia de este género popular bailable” La réplica de Ordoquí me parece ingenua, pues el diccionario de música cubana fue escrito y  publicado por primera vez en 1981, aunque él cita la versión de 1992, p.62),   yo evidentemente no me refería a Helio Orovio, que para tristeza de nuevos investigadores escribió bastante apurado dicho texto. No revisó  seguramente  a Alejo Carpentier  quien en su clásico libro “La música en Cuba”,p.135, La Habana, 1961, pero publicado en México antes, 1946,  (que no todos leen pero todos citan) nos dice:

“Enunciado por Saumell, el danzón quedaría consagrado como nuevo tipo de baile por el músico matancero Miguel Failde, que compuso en junio de 1877 cuatro danzones titulados “EL Delirio”, “La ingratitud”, “Las quejas” y Las Alturas de Simpson”. Se dice que faílde había inventado el danzón, sin tenerse en cuenta que se editaron danzones –ya clasificados de tales- en fechas muy anteriores. Lo que ocurrió fue que, en un principio, el danzón apenas si difirió de la contradanza, en lo que a música se refiere. Lllamose Danzón al baile de pareja enlazada, que venía a sustituir el baile de figuras que era contradanza. Por lo demás, subsistía la prima y la segunda, con todas sus características. Ya en 1878, la difusión del Danzón debió de ser considerable, a juzgar por un concurso organizado, en el Teatro Albisu, por el Centro de cocheros, cocineros y reposteros de la raza de color.Las orquestas de Failde de matanzas y de Raimundo Valenzuela, de la habana, ejecutaron rumbas, guarachas, boleros, puntos de clave, guajiras, además de danzones oresentados. Por fin, en 1879, la sociedad de Matanzas dio su aceptación oficial al baile que ya el pueblo conocía de sobra, en una fiesta dada en los salones del Liceo.”


Como se hace evidente después de esta cita es imposible volver sobre “El 1ro de enero...” El musicólogo cubano Leonardo Acosta ,  se pregunta como yo  en un artículo sobre el mismo tema ¿Qué autoridad omnipotente habrá logrado hipnotizar a todos para que se acepte lo que obviamente es un dogma y no una verdad histórica?



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