Hoy mi niña no tomó leche con 'Chocapic' con cereales integrales, ni cacaolat (batido de leche y cacao que alimenta a las niñas catalanas cómo la mía desde hace 80 años) , ni zumo natural de ningún tipo, ni sobaos con mantequilla natural tiernos, y mucho menos , tomates con perejil y aceite oliva virgen, ni 'castañas' que me obliga hacerle... ¡No!, hoy quería hacerle un desayuno cubano simple. No salió del todo. Comenzó con una veintena de uvas blancas. Nadie es perfecto.
En fin, hoy me propuse (terrible el arrastre de la nostalgia) enseñarle lo que desayunaba en Cuba. Café con leche y 'palitroques.,' Que aquí se llaman, bastones o Colines minis y mil nombres más.
Claro, hacerlo con la tasas que hemos comprado en Nice año tras año donde hacemos vacaciones haciendo recorridos por toda la costa azul francesa con mi sobrino, implica que evoquemos los desayunos en Nice. Pero le encantó, no sé si para complacerme, pero fue feliz. Yo lo siguiente a la felicidad.