sábado, 9 de septiembre de 2017

Con Wendy Guerra en Barcelona y su Domigo De Revolución. Huracán a la vista..


Ayer hablé con mi madre en Cuba por el huracán Irma. Llevo tres días hablando con amigos de esta 'batalla cubana contra los demonios de un huracán;' y hoy le tocó a Wendy Guerra, que además de desearle suerte por el paso de esos vientos huracanados, leo su novela "Domingo de Revolución." Ed. Anagrama 2016. Quizás como eco de nuestro reencuentro aqui después de años sin verla, pero recordándola con el escritor Eduardo Mendoza las dos veces que hablé con él en Barcelona.
"Cuando viajo innovo figuraciones de libertad. Simulacros de ciudadana del mundo. Me maquillo de mujer común, me pierdo entre la gente e intento ser feliz. (...) Sí, parezco una mujer libre, pero no lo soy, porque La Habana me espera." Pag 126.
No ser libre porque "La Habana te espera,"  es una premonición de falta de libertad a conciencia, triste, pero muy deliciosa y acertada a nivel literario. Yo nunca pensé en volver. Por eso cuando llegué aquí, (Europa) ya fui libre y la angustia se fue para dejar entrar otra: ¿Qué puedo hacer aquí para ser la persona que soy en libertad? 
Wendy me recordó mis años en el Servicio Militar Obligatorio en Cuba. Que hiciera lo que hiciera, sabía en esos tres años que tenía que volver a esa cárcel verde. Lo triste, es que ella no lleva cadenas visibles como yo llevaba mi uniforme verde olivo.
Wendy me devuelve en otro párrafo esa sensación de angustia cuando mi avión salió de La Habana en 1999..."A veces, también en el aire, siento miedo de que el avión regrese a tierra, aterrice y taxee por la pista ante el pelotón marcial de hombres uniformados sólo para dejarme allí." Pag 127. ¿Qué cubano no ha sentido esta sensación?
Ese avión de Wendy llega a México donde cree que conocerá a García Márquez. Antes deja un párrafo notable donde la "felatio" mutua se agradece:
"Entro a la ducha para sacar el calor de Cuba. El sudor y los olores del trópico descienden de mi cuerpo como maquillaje rancio. A la salida del baño veo a Gerónimo tendido sobre las sábanas blancas de seda, su cuerpo desnudo es tan perfecto que siento no merecerlo. Su sexo ha sido diseñado para mi boca y su boca destila lujuria que mi sexo desea."
Esta lujuria animada está marcada por creer que conocería al premio Nobel colombiano. Eso no le ocurrió a Cleo, la prota...
..."Una hermosa mujer con cara compungida reportaba, en medio del bullicio, la muerte de Gabriel García Márquez.(...)   Mi corazón hizo un alto ante el portón colonial de Fuego, 144. Y me dije: siempre llego tarde a lo que me fascina... Abrí la jaula de mi cuerpo dejando salir mis angustias como mariposas amarillas. (...)  Crucé la calle perdida en una emoción incomprensible y me extravié en los interminables pasadizos de Fuego."
Esto no es una reseña del libro íntegro. Es solo una leve apróximación del capitulo X. Justo el que leía cuando comencé a chatear con Wendy sobre el huracán Irma y otras cuestiones. 
"Vale la pena pasar por el mal rato de ser revisada y cuestionada por los funcionarios que cuestionan el aeropuerto José Martí de La Habana. Valdrá siempre la pena sentir esos ojos revisando tu vida y unas manos ajenas hundirse en tu equipaje o en tu cuerpo. (...) Vale la pena todo, absolutamente todo, para salir a respirar un rato." 126. 1er párrafo Cap.X.

Coincido con la crítica literaria española de que Wendy está dejando constancia generacional con su mirada personal  del final de esa catástrofe revolucionaria. A eso añado que además, tiene también la mirada de los exiliados. Aquí en varias conversaciones en fiestas con amigos, y privadas, donde nos vimos solo tres personas con tiempo para hablar. Me hablo de su tesis de "La Cuba posible del exilio" que luego me dejó de comentario en un post.(Lo publicaré en cualquier momento como post.)
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Yo si fuera tú leyera este libro. Ya me dejó buen sabor sus otros dos:  "Todos se van" y "Nunca fui primera Dama," que llevan más de veinte ediciones en 13 lenguas distintas; y alegrías anecdóticas muy serias como cenar con la Reina de España. Cuando me lo contó solo quise saber si le había hablado de su novio cubano en Méjico que la pintó en top less para la portada de un disco de Maná. Nos reímos. Y otras más seria de recibir  "La Orden de las Artes y las Letras en el grado de oficial, un nivel superior al Chevalier des Arts et des Lettres, con el que fue reconocida en el 2010." Aunque en esa isla no quieran publicarla, Wendy sobrevive a esa maldición insular de gobierno.

Aquí mi post sobre tu libro cielo. Espero que Irma sea leve 'Wendy,' y no de tanta 'Guerra.'

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