El gobierno de Mariano Rajoy ha recogido sus mejor cosecha el 21 de diciembre del 2017: El independentismo revalida título de 'Mayoría Absoluta en el Parlament' y suman más de dos millones de votos, a los que se unen 100 mil independentistas nuevos, si miramos los datos del 2015. Lo que se tradujo en 70 escaños de JxCat, Esquerra y La CUP. Dos más que mayoría absoluta que está en 68 de 135 parlamentarios de la cámara catalana.
Elecciones de la comunidad catalana que él [Rajoy] diseñó tras destituir el 'govern catalá' el 27 de octubre, cuando este proclamó la DUI al amparo del art.155.
Mariano, y todos sus "usos mediáticos", ABC, ElMUndo, ElPaís, LaRazón, LaVanguardia y ElPeriódico, más todas las radios y teles (prensa Ibex35); todos de acuerdo para derribar al independentismo catalán por tierra mar y aire. Aún así, con los líderes políticos en la cárcel, y Puigdemont en Bruselas que ha hecho campaña con sus tuits y vídeos, le han ganado en escaños a Inés Arrimadas, Miquel Iceta y Albiol, el bando que apoyó el art.155 del Gobierno. O sea, Cs, PSC, PP.
Si ya sé, Arrimadas quedó el partido más votado tras barrer 8 escaños del PP y otros a PSC y hasta EnComuPodem. Pero Arrimadas no sacó ni quitó un solo voto a independentistas. Este debería ser su objetivo, con evidencia fracasado.
Los constitucionalistas del art. 155 (Cs, PSC, PP) han perdido no contra molinos de viento, sino con el aire de estos molinos. Y ni así han ganado. El PP culpa a Cs, y este le culpa de sacar pocos votos.
Me asombra ver que ellos en su frustración por la derrota dicen las cosas están como antes. Menudo consuelo. No están como antes. Pues si el independentismo hubiese tenido a sus líderes naturales haciendo campaña en Catalunya, o sea, a Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, estoy seguro que cerca de tres millones les hubiesen votado.
No obstante, estas elecciones han servido para constatar algo para mi evidente. Que el independentismo hoy por hoy, no es una cuestión de un líder u otro, su arraigo en la masa social de Catalunya va mucho más lejos que un liderazgo eventual.
Lo ha demostrado en cada manifestación en Catalunya donde rebasan el millón de personas y hasta en Bruselas donde el día 7 de dic fueron alrededor de 50 mil apoyar a Puigdemont, él único candidato que puede formar gobierno tras el 21-D.
Que los catalanes no se olvidaron de las palizas del 1-O y menos de la aplicación del 155, e incluso los votantes del PP les castigaron yéndose a Cs; convirtiendo al PP en una fuerza política que no puede formar ni grupo parlamentario pues no llegan ni a cinco escaños.
Eso no acaba de verlo la Moncloa, que pertenece al PP, y mucho menos el resto de España que no vive aquí, que sigue en 'shock' tras las elecciones. Ese asombro es fruto del bombardeo mediático de la derecha que para desgracia nuestra en este tema es toda la prensa tradicional.
Por suerte, las redes sociales, los blogs y la prensa digital alternativa es ya más visible que la prensa del Ibex 35.
Otra lección clara de estas elección es la escasa influencia de la prensa tradicional cuando se trata de temas tan emocionales.También se cae el mito del adoctrinamiento catalán pues a la Arrimadas le votaron un millón de catalanes que estudiaron en las mismas escuelas.
Y sin duda para mi lo más importante es que el escenario del miedo y el terror que han planteado los partidos constitucionalistas, de meter a la gente a la cárcel, de cambiar o transformar la metodología educativa en Catalunya o anunciar el 'Apocalipsys' si volvían a ganar los independentistas, nada de eso sucedió. La gente volvió a votar por ellos.
Me gustaría saber si seguirán ignorando esta masa social.
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