miércoles, 28 de febrero de 2018

Joel Angelino y su versión teatral de Fresa y Chocolate. Maria Lilia Cano, al piano: magistral ambos



Joel Angelino ya lleva tres  obras  de teatro en Barcelona. Desde diciembre 2017. Dos para adultos y una para niños. Para quienes nos gusta el teatro es una suerte que haya decidido por ahora estar un tiempo aquí.

La Puesta en escena.

Hace tres personajes en escena. Diego, David, y German. Prescinde con acierto de la jinetera, que hace Mirta Ibarra en el filme. En los tres, tanto en diálogos como en movimiento en escena o en la logística teatral están muy bien pensados. El desdoble de personajes en Joel es un ADN, que recuerda en literatura a los heterónimos de Fernando Pessoa.

Una mesa a la derecha que símboliza su encuentro  'casual' en la heladería Coopelia con David, donde arranca la obra. Un sofá a la derecha, símbolo de su encuentro  íntimo con David, o sea, en su casa con un tendedero al lado.  Y detrás al fondo  Maria Lilia Cano Raya al piano, que apoya toda la trama con piezas clásicas cubanas que van desde Ignacio Cervantes, con 'Adiós Cuba', y piezas varias de Lecuona y Vitier.
Toda la obra toma contexto con tres pantallas digitales que dialogan con la obra mostrando imágenes de esa Habana de los años noventa que yo viví también como última Habana.

Sin duda, su versión teatral de Fresa y Chocolate, es más que buena. Historia que la mayoría conoció tras ver el film cubano de Tomás Gutierrez Alea, 1993; quién adaptó un cuento de Senel Paz; y que obtuvo una nominación al Óscar de la Academia de Hollywood, único filme cubano con esa distinción.  Joel, actuó en el filme,  haciendo el personaje de German; que desata el conflicto esencial del protagonista Diego, gay confeso.

Se hace raro ver una obra de represión a la libertad sexual en la Barcelona del siglo XXI, donde el matrimonio entre parejas del mismo género es legal en España desde el 2004 cuando el gobierno de J.R. Zapatero lo legalizó.
Me quedé aún más sorprendido del anacronismo de la Revolución Cubana y su absurda represión a la  homosexual; solo por tener una opción sexual diferente. Que esta película y este relato real de la vida cotidiana en Cuba durante años y hasta hace muy poco, hayan tenido éxito,  demuestra el fracaso de un sistema de intolerancia hacia las libertades insostenibles por los Castro.
Es necesario que Joel, cada cierto tiempo retome esta obra como ha hecho. Es necesario como  las pelis sobre el holocausto,  o sobre el Franquismo. Soy partinario,  es la única manera de no repetir errores sino recordamos cómo llegamos a ellos.
La obra estará todo marzo en el Teatro Gaudí, de Barcelona. En Atrápalo por mitad de precio. Corre...

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