Tengo claro que Sevilla marcó mi vida. Los dos ańos vivídos allí me cambiaron para siempre. Llevo seis sin volver y parece una eternidad. El olor de la ciudad. La luz, el Guadarlquivir, la Feria, los adoquines y el acento sevillano es un ADN esencial. La Semana Santa también.
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