lunes, 6 de agosto de 2018

Visitar la casa de Hermann Hesse en Gaenhofener pegado al lago de Constanza es un lujo.

En casa de Hermann Hesse. Casa Museo donde vivió el autor de las novelas: "Demián," "El Lobo  Estepario," "Juego de los Abalorios" y "Sidharta,que leí todas y cada una en La Habana antes de irme sin retorno, y espero que esta niña hija mía lea un día en el lugar de Europa que elija. Aquí en Gaenhofener,  Lago de Constanza o en su natal Barcelona, da igual.

Llegar aquí y encontrar las cartas y manuscritos de  Tomas Mann y toda su familia hablando sobre El Lago de Constanza y sus entornos,  no tiene precio y sí mucha suerte, pues ayer nadé con mi hija en ese lago.
Desde que supe que sería escritor,  siempre he sido mitómano con escritores que he descubierto y venerado,entre los alemanes Goethe, Hermann Hesse, Tomas Mann, centraron mi atención siempre. De los tres,  Hesse tuve la suerte de leer esas 4 novelas que me marcaron mucho. Ahora, no conocía sus poemas que son maravillosos, y algunos luego fueron novelas,  y esta casa museo me ha descubierto en su propia voz cadenciosa y firme.


Lobo estepario (frag del poema)

Yo, lobo estepario, troto y troto,
la nieve cubre el mundo,
el cuervo aletea desde el abedul,
pero nunca una liebre, nunca un ciervo.

¡Amo tanto a los ciervos!
¡Ah, si encontrase alguno!
Lo apresaría entre mis dientes y mis patas,
eso es lo más hermoso que imagino.
Para los afectivos tendría buen corazón,
devoraría hasta el fondo de sus tiernos perniles,
bebería hasta hartarme de su sangre rojiza,
y luego aullaría toda la noche, solitario.( fin del frag)


Resulta que la noche antes de visitar esta casa, fuimos al cumple de una sobrina de mi amiga, y sobre las 23. 00h regresando de Steisslingen, vimos a dos ciervos a punto de cruzar antes de nuestro coche. Se quedaron paralizados por la luz. Esto es zona de ciervos convertidos en inspiración poética inmejorable por Hess que lo vivió aquí en su piel.

"En agosto de 1904 Hermann Hesse llega a Gaienhofen am Untersee con su esposa Maria Bernoulli, a quien había conocido en Basilea. El joven matrimonio se traslada a una sencilla granja en Kapellenberg, en el centro del pueblo. Los años junto al lago Constanza están vinculados a los primeros grandes éxitos de Hesse como escritor independiente."

No pude menos que abrazarme a la mesa de Hermann Hesse en su estudio privado, cuando leí que fue en ella que había escrito esas novelas que me ayudaron a ser quien soy. Esta fue de las pocas cosas que trasladó a su nueva casa en este mismo pueblo. Beate descubre este museo conmigo a pesar de ella tenerlo cerca siempre. Éso es lo mejor de los amigos. Me pasa a mi en Barcelona, así aprendo otras cosas en cada visita.

Creí cuando estuve con mi hija en dos casas de Kafka en Praga, que podía morir. Creo que no. Pido permiso y tiempo para seguir descubriendo escritores que me cambiaron la vida o la sostuvieron igual que esas maderas entramadas en las paredes a estas casas tradicionales del sur de Alemania.


Esta novela la escribió aquí.
En esta mesa Herman Hess escribió las novelas que me leí. La mandó a construir para escribir.
Mi amiga lee poemas
Hess y su niño bañandose en el Lago de Constanza


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