domingo, 28 de enero de 2018

Grupo Oques Grasses. Fer-te feliç la canço del any de mi niña.


Es de una extraña tristeza que ciertos grupos catalanes tengan una calidad y factura musical extraordinaria y solo se conozcan en Catalunya. No debería ser así este aislamiento pero luego las razones de acercamiento son imposible entre la cultura catalana y el resto del país. Y no hago victimismo. El estado español no invierte en difundir en galas o programas de forma constante  ni a catalanes, ni a vascos ni a gallegos salvo si lo hagan en castellano. Las consecuencias y la desafección  son evidentes.

Si el 2017 mi niña y yo elevamos a TXARANGO al Top Nro 1 de nuestra lista. Sin dudas este año comenzamos con "Fer-te feliç" de  OQUES GRASSES en lo más alto de nuestro ocio danzante en privado.

Fer-te feliç, tot el que vull.
Que passi el mal temps,
que s’amagui lluny l’orgull.
Fer-te feliç, tot el que tinc.
Que sigui tan fort que surti tot de dins.
Tot seguit, preciós,
viscut com si fos l’últim cop.
Seguint l’olor del segon visc,
estones blanc, estones gris.
Sembla ahir, quan s’envà
el sol un tros enllà del riu,
i neix i mor el que estimem
i estem aquí tan plens d’ahir.
Fer-te feliç, tot el que vull.
Que no ploris més, que puguis obrir els ulls.
Fer-te feliç, tot el que tinc,
que calli el destí i així puguis ser tu.
No sóc res, però tot,
en cada instant de respirar.
Si et canto, despullo allò viscut,
tot ben foll i ben il·lús.
Canto al temps, que fuig,
sempre aprofitant el bon vent
i a cada passa moro donant-he
trossets eterns, de vida plens.
L'aire va ple de tu,
jo m'hi abraço foll
penjant de ton pit al buit.
L'aire va ple de tu,
jo m'hi abraço foll
penjant de ton pit al buit.
Fer-te feliç, tot el que vull.
Que passi el mal temps,
que s’amagui lluny l’orgull.
Fer-te feliç, tot el que tinc,
que sigui tan fort que et surti tot de dins.
Que parli aquest cor tan ple de cicatrius,
de tot el que escombra, de tot el que viu.
Que la llum del sol ens aixequi més forts,
que passin els dies, que vingui la sort.
Sembla que en lloc de pensar et desfàs dins el moment,
et pot semblar que no però n’hi ha que sempre en volen més.
Uns rapapam pam, altres rupupum pum,
no deixen de ser bombes encara que caiguin lluny.
No vull que els meus diners matin famílies innocents,
ni pensar que treballo i estic treballant per ells.
A la merda els privilegis i a la merda el món segur,
no hi ha res pitjor que quan manen els curts.
Feliç, tot el que vull.
Perdut per aquí, perdut feliç,
perdut per tu, perdut per aquí.
L’aire va ple de tu,
el temps que fuig,
allò viscut.

El antropólogo cubano Fernando Ortiz. Hablaba menorquin y era catalanista confeso gracias a su experiencia vital.

1ros años de vida de Fernando Ortiz.
En Ciutadella, población de la isla balear de Menorca, vivió prácticamente sus iniciales 15 años. Apenas cumplido su primer año de vida fue llevado a vivir, con su madre y familiares cercanos, a la población de la isla balear donde su padrino se había retirado después de amasar fortuna en negocios relacionados con la industria del calzado y en el comercio con Cuba.
En Menorca aprendió a hablar menorquín (lemosín) y también aprendió español. Esa doble posibilidad de aprehender los mundos que representaban entonces ambas lenguas en la pequeña población feudal, con sus distintos niveles culturales e informativos, le abrió muchas oportunidades. Además, pertenecía a una familia de “indianos” adinerados, de pensamiento liberal y de cultura.
Siendo un adolescente, Ortiz publicó su primer libro, escrito en menorquín, "Principi i prostes (1895), fruto de observaciones en torno a la literatura costumbrista y al folklore de la isla. Uno de los primeros testimonios de su obra es precisamente un glosario de apodos escrito en lemosín titulado "Culecció d'els mal noms de Ciutadella," con dibujos debidos a su mano y firmado por él.

Ayer volví a casa: Biblioteca Nacional de Catalunya tras los libros escritos en catalán ( menorquín) de Fernando Ortiz, el 1er cubano independentista catalán.

Quien me lee sabe que fue un árbol en 1960, según una espiritista callejera andaluza que me hizo una consulta tras darme romero cuando vivía en Sevilla.  Yo se lo creí de facto. Pues ser un árbol y haber sido un libro después es algo bien sencillo.

De las cosas que más me siento feliz de haber vivido en Cuba fue haber trabajado tres años antes de irme en el Archivo Nacional de Cuba. Ser historiador e investigador allí es algo que para mí fue un honor infinito.

Antes de eso. La Biblioteca Nacional de Cuba, ya había sido mi casa también. Por eso cada vez que voy a la Biblioteca Nacional de Catalunya, esta vez,  tras los libros escritos en menorquín( lemosín)  de Fernando Ortiz, "Principi i prostes (1895), y "Culecció d'els mal noms de Ciutadella," rarezas blibliográficas que jamás consulté en Cuba, y solo llego a ellas en bibliotecas especializadas de Catalunya,  el placer de estar allí y la atención y cuidado con que te tratan las referencistas catalanas de la sala, no te dan ganas de irte.

Es curioso, esa enciclopedia Ecured, de Castro en Cuba, obvie estos libros de Fernando Ortiz quien se sentía orgullosamente catalanista y abogaba por su independencia hace cien años cien años, en 1918. En el Centre Català de l'Havana), donde en sus discursos solía decir: 

“Yo no voy a ofender la cultura vuestra, ni la cultura de todas las personas que realmente se sienten cultas, tratando de demostrar que Catalunya es una nación. Eso ya no lo niegan sino los obcecados por la envidia o por el despecho, Catalunya se encierra en una unidad geográfica, es poseedora de una unidad literaria y artística; tiene una historia suya, tiene un alma propia y por tanto una personalidad nacional indestructible. Si derechos tienen todas las naciones hay que dárselas también a Catalunya” (aplaudiments)

“Yo no sé si tarde o pronto; yo no sé si dentro del marco político hispano o fuera de él; pero sí sé, porque ello es deducción de las más elementales leyes sociológicas, que Catalunya logrará vivir sola en exclusiva su propia política catalana, y alcanzará ser dueña de sus destinos catalanes, y reanudará algún día la reacción de su propia historia en su idioma peculiar.” (aplaudiments)

■Iluminado por el conocimiento y la investigación en la Biblioteca de Catalunya sin duda de los lugares màs bellos de esta ciudad.  Cuyos techos enamoran y casi hablan sus: 4 milions de documents, analògics i digitals, guardats en dipòsits de conservació.▪