Encierro 23 Leído por su autor
La gente lleva años sin mirar al cielo. Van a la playa y no miran el mar. Están con sus hijos y no los miran. Miran el móvil.
Pero el encierro les ha demostrado que también se aburren con el móvil tras más de veinte días y no les ha quedado más remedio que mirar de verdad por primera vez en 15 años a la pantalla de la naturaleza. Y en vez de selfies y selfies disparan al cielo y al suelo a las plantas de sus casas y a su vida interior. El Covid 19 ha limpiado el cielo por la ausencia de coches y también ha mandado a mucha gente al cielo sin poder despedirse de su gente.
Algunos ven cosas raras en el cielo y no tienen en cuenta a esos seres que se han ido sin una despedida por contagio, también ven elementos dentro de sí mismos que llevaban años sin mirar, y hasta ven cosas. Y descubren pájaros y sus sonidos desde el balcón (un lugar descubierto también en este confinamiento) y otros descubren su otro yo alienígena dentro, y los más desgraciados por trabajo y stress están mirando por primera vez a sus hijos, y los ven grandes e inteligentes como nunca gracias al CORONAVIRUS. También descubren que no tienen nada en común con sus parejas y eso no es culpa del virus.
Pero el encierro les ha demostrado que también se aburren con el móvil tras más de veinte días y no les ha quedado más remedio que mirar de verdad por primera vez en 15 años a la pantalla de la naturaleza. Y en vez de selfies y selfies disparan al cielo y al suelo a las plantas de sus casas y a su vida interior. El Covid 19 ha limpiado el cielo por la ausencia de coches y también ha mandado a mucha gente al cielo sin poder despedirse de su gente.
Algunos ven cosas raras en el cielo y no tienen en cuenta a esos seres que se han ido sin una despedida por contagio, también ven elementos dentro de sí mismos que llevaban años sin mirar, y hasta ven cosas. Y descubren pájaros y sus sonidos desde el balcón (un lugar descubierto también en este confinamiento) y otros descubren su otro yo alienígena dentro, y los más desgraciados por trabajo y stress están mirando por primera vez a sus hijos, y los ven grandes e inteligentes como nunca gracias al CORONAVIRUS. También descubren que no tienen nada en común con sus parejas y eso no es culpa del virus.
Disfruten de esa suerte que esa vida extraña y rara de la natura siempre ha estado ahí, incluye a tus hijos. Que no la hayas descubierto por la tele, el móvil o el salpicadero del coche, todo es pantallas, no quiere decir que no existiera.
Espero que tras esta vida sigan escuchando canciones antiguas (el reggetón es una tortura añadida al encierro quizás lo dejes un poco) y ojalá sigan mirando fotos y fotos en blanco y negro impresas en papel. ¡Y lo más importante! Sigan desempolvando libros...
Que siguen ahí, impresos - imprimir fue también un invento chino sin ser un virus, los libros son como la naturaleza en primavera cambiante, dan mucha información, y vida.
Y si te aburres aprende algo sencillo, aburrirse favorece tu creatividad. Piensa.
Que siguen ahí, impresos - imprimir fue también un invento chino sin ser un virus, los libros son como la naturaleza en primavera cambiante, dan mucha información, y vida.
Y si te aburres aprende algo sencillo, aburrirse favorece tu creatividad. Piensa.
6 de abril. 2020
6 de abril. 2020
Arsenio Rodríguez Quintana #quedateencasa
6 de abril. 2020
Arsenio Rodríguez Quintana #quedateencasa
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