sábado, 4 de agosto de 2018

Primer baño en el Lago de Constanza. Alemania

El agua dulce y las vistas de pueblos medievales es insólito e impagable cuando uno se baña en Frickingen. Ha durado casi treinta años lograr el sueño de venir hasta aquí, a Europa central a bañarme en uno de sus lagos más históricos y de leyendas. Beate mi amiga me metió este lago en las venas cuando vivía en Cuba como diplomática en los años noventa.
Yo lector empedernido de Hermann Hess: Demian, Sidharta y Lobo de Estepario no sabía que este premio Nobel había vivido en las márgenes de este lago extraordianrio y bello, que la frívola revista Hola llama con razón, la costa azul alemana. Yo que hace 15 días estaba en Niza, capital de Cotè d´Azur lo confirmo.

El tercer enclave lacustre más grande de Europa. Tal es el tamaño de este enclave que se le conoce con el nombre de Mar Suabo. Multitud de ríos y arroyos alimentan este poderoso caudal, pero es el Rin su fuente más importante. Los transbordadores, de todo tipo y condición, surcan sus aguas con puntualidad, siendo fundamentales para la articulación de la vida en estos lares. La 2da guerra mundial fue benévola con estos pueblos que se ven alrededor y se conservan bien sus estructuras medievales.
No dudo ni un segundo que la leyenda de Carlo Magno sea falsa. Este lago es para enamorarse de él con o sin anillo.

"El emperador Carlomagno se enamoró, siendo ya viejo, de una muchacha alemana. Los nobles de la corte estaban muy preocupados porque el soberano, poseído de ardor amoroso y olvidado de la dignidad real, descuidaba los asuntos del Imperio. Cuando la muchacha murió repentinamente, los dignatarios respiraron aliviados, pero por poco tiempo, porque el amor de Carlomagno no había muerto con ella. El Emperador, que había hecho llevar a su aposento el cadáver embalsamado, no quería separarse de él. El arzobispo Turpín, asustado de esta macabra pasión, sospechó un encantamiento y quiso examinar el cadáver. Escondido debajo de la lengua muerta encontró un anillo con una piedra preciosa. No bien el anillo estuvo en manos de Turpín, Carlomagno se apresuró a dar sepultura al cadáver y volcó su amor en la persona del arzobispo. Para escapar de la embarazosa situación, Turpín arrojó el anillo al lago de Constanza. Carlomagno se enamoró del lago Constanza y no quiso alejarse nunca más de sus orillas."
FIN
Ayer hicimos casi 900 kilómetros desde Berlín para que mi niña y yo conociésemos  esta joya de la naturaleza. Ese cansancio valió la pena al verla jugar y reír en este Lago.


"El lago de Constanza está rodeado por Alemania, Austria y Suiza. Su superficie es de 536 km² y el nivel medio está a 395 m de altitud. El río Rin entra en el lago por el sureste cerca de Bregenz y sale del lago por el oeste en Stein am Rhein."​ 



No hay comentarios:

Publicar un comentario