Aprendí a jugar el tenis muy cerca del mar, en la desembocadura del río Almendares, el sitio se llama Vedado Tenis Club, y conservó su nombre a pesar de que la revolución cubana ya había cambiado de nombre casi todos los clubs privados de la ciudad a partir de 1959. Para crear los suyos propios, pero este no es su post.
Allí nunca vi una tenista, solo habíamos chicos que jugábamos al tenis. Esta foto que protagoniza Fiona Walker se hizo en Inglaterra en 1976, justo en el instante en que el Campeón provincial de Ciudad de la Habana, mi primo, me enseñaba estrategias de sacar bolas contra la pared y casi abandoné el vicio del béisbol y el basquet por el tenis. A mi primo, un tenista francés de visita en La Habana, con el que coincidió jugando, le regaló el poster de Fiona que adorábamos como si de una virgen se tratara.
Hoy Fiona Walker tiene 52 años mientras concede entrevistas donde se expone su foto, no sabía en el momento de la instantánea que le hizo su novio Martin Elliot, que se convirtiera en el referente del tenis femenino en Inglaterra, se llegaron a vender a través de una agencia más de dos millones del póster "Chica Tenis". Lo curioso, es que ella confiesa que nunca le interesó el tenis y que las pelotas que están por el suelo, las utilizaba para jugar con su perro, también dice que no cobró nada por la instantánea que era muy joven e ingenua posando en la cancha de tenis universitario en Edgbaston, Birmingham, la zona donde nació el deporte de las raquetas, en 1859.
El novio sí sabía que el encanto de la caída de la tarde, con el segundo plano en verde cansado de los árboles, hacía relucir más el blanco de la gorra del vestido, de las zapatillas y calcetines, incluso de las pelotas
(que el azar quiso que cayeran dos de un lado, y de otro logrando una simetría típica de las manzanas en los óleos de Cézanne), entre todos estos puntos blancos recogen también reflejos de la luz de la tarde.
Luego el culo, o su discreta obertura con la mano izquierda que Fiona abre como una cortina, queda justo en el centro de la imagen, si el lector hace una cruz imaginaria en la foto verá que no miento. Si la foto de Marilyn Monroe en 1955, dejó que el aire alzara la falda para provocar morbo, aquí la mujer impone más sus derechos y es ella quien la sube con total conciencia de lo que hace. Para advertimos de que no lleva bragas, ni sujetador, que la única ropa interior que porta son los calcetines.
(que el azar quiso que cayeran dos de un lado, y de otro logrando una simetría típica de las manzanas en los óleos de Cézanne), entre todos estos puntos blancos recogen también reflejos de la luz de la tarde.
Luego el culo, o su discreta obertura con la mano izquierda que Fiona abre como una cortina, queda justo en el centro de la imagen, si el lector hace una cruz imaginaria en la foto verá que no miento. Si la foto de Marilyn Monroe en 1955, dejó que el aire alzara la falda para provocar morbo, aquí la mujer impone más sus derechos y es ella quien la sube con total conciencia de lo que hace. Para advertimos de que no lleva bragas, ni sujetador, que la única ropa interior que porta son los calcetines.
La noticia sobre la protagonista de la foto me ha hecho recordar lo que pasé por este hobby, primero buscando cuerdas de nylon por toda la Habana para tejer mis precarias raquetas entre mi excitada formación erótica adolescente, y al final, cuando tuve que rastrear las desaparecidas pelotas de tenis. Mi pasión fue decayendo hasta desaparecer a pesar de la inspiración permanente del póster.
A Hansel Garces y Pablo Rodriguez les gusta esto (facebook)
ResponderEliminarFiona Walker, en Egbaston, enseñó el culo con tanta sensualidad que, en verdad, era digno de enmarcarlo en la simetría de las manzanas de Cézanne. El mejor trasero de Reino Unido ¡Fíjate que tiempos, Arsenio! que siguiendo el argot tenístico, cuando ella olvidó las bragas en el vestuario, parían al mundo a otros raqueteros famosos como Carlos Moyá, Gustavo Kuerten o el mismo Agustín Calleri, también en el ocaso deportivo. Éstos ya no tenían que ir buscando nylon por los rincones.
ResponderEliminarJMRA
Arsenio: asistir a la lectura en tu blog viene a ser –considero- como recibir una especie de curso de arte dramático. Lo digo, porque con la escritura persuades imágenes desentrañadas de la conjuración escénica…Es el retrato retórico. Y entonces, al dilucidar el mensaje del narrativo, me reclino hacia atrás en el tiempo. Quizá, tu invocación, hace que me remonte a aquel 1976 para ver en Elia Kazán las ilustres imágenes flasheadas que, de manera análoga, traduces en palabras calcando con dignidad literaria, la escena adolescente.(frag de mail)
ResponderEliminarJosé Miguel A