domingo, 20 de octubre de 2013

Ejercicio espiritual de Oruga a Mariposa. Por Elisabeth de la Fuente.


    Elisabeth de la fuente batiendo alas...

El verano pasado decidí tomarme unas vacaciones sola; aún teniendo pareja necesitaba  estar conmigo misma. Danzaba de un lado a otro sin saber hacia donde ir. Por eso decidí irme sola, a pesar del miedo pero con ganas de sentir algo diferente. Intentaba descubrir personas y ciertas cosas que pudieran llenarme más allá de la rutina cotidiana. Así llegué al ejercicio espiritual de oruga a mariposa.
Aquel ejercício  consistía en un tipo de meditación guiada, y la realizáramos en una sala cúpula, desde arriba de la cúpula entraban los rayos del sol. 
La meditación era guiada por dos chicas facilitadoras, y nos realizaron diferentes meditaciones. Unas iban dedicadas a la tierra otras al mar y otras a cielo.
La foto que viste,  corresponde a la del cielo.  La clase es guiada,  por las facilitadoras y con la  música  de apoyo  danzamos imaginándonos que nosotros éramos aquellos animales. En esta sesión nos ayudábamos de un compañero y nos turnábamos. Nos hicieron sentir como si fuésemos gusanos de seda. Ayudó también que  nos realizarán  un pequeño masaje detrás de la espalda -daba la sensación de abrir nuestras alas y nos impulsaba en el proceso de volar. Ese proceso era liberador y de cambio, de estar en el presente, e  ir al  pasado en un segundo, como los cambios en la vida,  y como en éste podemos ser ayudados por alguien, de hecho cambiamos gracias a los acontecimientos y a las personas. 
El ejercicio me ayudó a despertar mi interior, a encontrarme conmigo misma, a saber que es el momento, el momento de cambiar, el momento de sentir, el momento de dejarse llevar y el momento de moverme y caminar hacia aquello que me hace feliz, sin prejuicios, sin escuchar a esas voces que otras veces frenan mis pasos y creen saber que es lo mejor.  Me ayudó a liberarme, a danzar con la vida, con mi yo interior, me puso de frente  a mis miedos, a mis deseos,  
Aquel momento fue tan especial que no quería despertar, tal vez porque en aquel estado aunque te enfrentes con emociones crees que estas a salvo, porque es un ejercicio, estás en una sala. Pero cuando despiertas te das cuenta que tienes que salir a caminar a la vida real y te planteas ¿por qué no? 
Es hora de danzar con la vida, estar en armonía y no a la defensiva, estar en paz a pesar de ir en contra de los principios de las personas que quieres. Este encuentro me ha llevado a realizar cada semana (a poder ser biodanza)  
He dado pasos personales que no hubiese dado en otro momento. Me he enfrentado  a creencias de mi familia inamovibles como la cena del 31 de diciembre. No estaré con ellos, estaré danzando en Praga, a mi aire, entrenando las alas.

Elisabeth de la Fuente, por mail.



Nota. Relato de vida de la artista catalana Elisabeth de la Fuente tras danzar un ejercicio espiritual que la llevó de oruga a mariposa. Para ella ha despertado su conciencia y quiso que yo fuera el medio, ya que le gusta mi blog, lo que escribo y público, cree que muchos de los que me leen les hace falta esta alarma en la vida.
Es muy curioso, cuando llegué del Caribe a Europa siempre decía que el problema de muchos europeos era que no bailaban lo suficiente, da igual el ritmo y la forma.... Mi poeta de referencia José Lezama Lima escribió...Bailar es encontrar la unidad entre los vivientes y los muertos...

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