miércoles, 21 de enero de 2015

Cortar la bolsa de azúcar es un arte que debería llamarse: Nuria G.

Cortar la bolsa de azúcar es un arte delicado y sutil que no hace nadie que yo conozca como Nuria G. Amiga entrañable que hace esta ceremonia sin mirar la bolsa, y puede hablar de Perú o Africa o Asia, da igual, ella mueve los dedos como autómata independiente a su cuerpo.
Sus manos son como un ejercicio Zen o Tai,  suaves, saben el camino en el aire tras un golpe leve para agrupar el azúcar en una esquina y luego cortar una esquina como si sus dedos fuesen un sable japonés. Ya sabemos que él azúcar es un dulce suicidio para el cuerpo, pero ella sólo hecha una bolsa. 


Cuando supe que había estudiado música muchos años  piano y violín, aunque no es músico, advertí que su musicalidad le sirvió para crear una danza con la bolsa de azúcar. 
No le dije, que tras su golpe a la bolsa cuando estoy nostálgico pienso en escribir un video clip sobre una canción  de Celia Cruz...

Primer plano, cámara 1-  sus delgadas manos con la bolsa en el aire y en el instante de darle el golpe.
Otra cámara hace un primer plano sobre los labios gruesos de Celia gritando: ¡Azúcar!
Luego se queda en primer plano una joven andando y se escucha entera "La negra tiene Tumbao"
Luego la primera cámara va de las manos a sus ojos azules... la segunda va de las piernas de la joven al mar azul del Caribe que esta muy cerca...

Marcel Poust, convierte  una taza de té, en una clave que abre los recuerdos. A mí el arte de cortar una bolsa de azúcar me lleva a la música y al mar... "Che cosa è dolce prospettiva" (que dolce cosa es la perspectiva)."

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