domingo, 22 de noviembre de 2015

Gonzalo y Chucho comen juntos en Barcelona. Otoño 2015.



He escrito de ambos para la revista "Encuentro de la Cultura Cubana" en este siglo. Conocí a ambos en Cuba. A Chucho cuando era un adolescente en su casa de la Víbora, gracias a ser amigo  de su hijo. Ha Gonzalo, siendo ya crítico de música y poeta.  Verlos hoy el día de Santa Cecilia, patrona de la música comiendo juntos en Barcelona,  santa que fue representada por el pintor  Matteo Rossell en  (1620) tocando un piano u órgano. Es un gusto.

Me pelié con muchos por demostrar la grandeza de Gonzalo por encima de Chucho. Soy de la generación creativa o intelectual de Gonzalo y le adoro y tengo la suerte de que él tiene en su webs las dos reseñas que escribí de sus discos. Con el tiempo he aprendido a escuchar a Chucho con quien me he reconciliado en el exilio. Ellos dos son dos gigantes del piano en Cuba. Pero en esta foto me hubiese encantado que estuviese Omar Sosa. Hoy tan grande en creatividad como ellos y residente en Barcelona.
No obstante, ver esta foto el día de Santa Cecilia, es la metáfora viva de lo más notable del jazz cubano cenando juntos en mí ciudad, Barcelona. Un luxe que respiramos el mismo aire con dos músicos de jazz que han ganado seis premios grammys de jazz compitiendo con los mejores.
Chucho  definido por el New York Times como decano del latín jazz. Asombra que Chucho sea protagonista de la fabricación de un tipo específico de piano en Japón... 
Nada, me pone feliz verlos juntos, pero me hago un lío intentado meter mi felicidad en un post el ver que Gonzalo colgó la foto en su muro."



Gonzalo y Chucho cenando juntos en Barcelona.

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