Floret Fauna cuando entra a la mini-selva de un patio colonial 'cubano' en Begur, florece. Recupera una vida entre las plantas, quizás porque lleva la raíz de sus piernas conectada al suelo: va descalza. Siente la húmeda de la sombra que recuerda de Londres, siente el cambio del mediterráneo en su piel.
"Luego de abierta la enorme puerta de la entrada principal, lo primero que suele aparecer a la vista es el zaguán.... Este zaguán generalmente era visible desde la calle, como en la planta hispanorromana, pero también podía ser acodado para conseguir una mayor intimidad, lo cual era propio de las casas de planta mudéjar. " Alejo Carpentier.
El dueño del patio en Begur, nos deja hacer fotos después de pedirlé permiso; al advertir la presencia de una ninfa -él leía la prensa- entró a su casa y sacó el ipad. Lo miro y me dice: ¡es la cosa más bella que se ha hecho una foto aquí!
Me río y sigo haciendo fotos, ella posa con la naturalidad que le ha dado su profesión; él lleva razón, pero la belleza cuando es evidente, hay que saltarla más allá de su sombra. La belleza obvia, hay que pasar del impacto a su interior.
Nadie sobrevive intacto del encuentro con un cuerpo forrado de piel con medidas exactas, en algunos poses y movimientos a la medida de tus sueños.
Nadie quiere perderse el futuro de esta piel, que además te sonríe y baila sabiéndose parte de un universo que controla a su medida mientras le da la luz..
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