No temas Arsenio. El sol no quema. No es un sol, es un " Tresor" que respira. Y coincide que es tu hija. Y sonríe que parece oxígeno aunque no me falte el aire. Y sonríe como si fuese un fragmento caído de la luna que ayer, era menguante en Barcelona. Aunque la famosa del Mediterráneo sea la Luna de Valencia, a mí me sonríe la luna cuando la tengo cerca. Puedo hasta leer poetas malditos y pensar en serpientes de pasos breves.
Es sábado y septiembre. Amenaza el otoño, pero yo tengo un sol.
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